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EtchTechnicolor Daydream EPLapsus 7,5Bass |
Teniendo en cuenta que el UK garage y el drum’n’bass forman parte de la dieta habitual que siguen los jefes de Lapsus, mucho han tardado en buscar algún productor que añadiera al catálogo del sello una buena ración de bajos gruesos y ritmos rotos. El elegido para esa misión es Etch, un joven productor de Brighton que ya apareció en el último recopilatorio del sello, “Deu” (14), y que en “Technicolor daydream EP” demuestra que conoce bien los mimbres del género y que sabe cómo sacarles partido.
Con sus ritmos entrecortados y sus atmósferas misteriosas, con sus voces desmenuzadas, sus efectos especiales y su cálida pátina de jazz, el tema titular trae a la memoria las producciones del sello Moving Shadow (¿alguien dijo Omni Trio?) de finales de los noventa. Un camino, el de la nostalgia, que también recorre “Tryptich”, que mezcla extravagantes patrones rítmicos con fantasmales voces de diva y esas características nubes de sonido con las que Roni Size salpicaba los discos de Reprazent (de hecho, incluso el interludio ambiental parece sacado de “New forms”). “Octopus”, ya en la otra cara, manipula voces y sonidos, los enrosca alrededor de una batería compleja, hasta dar forma a una especie de jazz para alienígenas. Una paleta, propia del cine de serie B, que también utilizan los dos últimos cortes del maxi: “Tinfoil hardhat”, que superpone fragmentos de diálogos sobre una base muy funky, y la explícitamente titulada “Fantasy”, que relaja el tempo y rellena el plano de fondo con remolinos cósmicos y melodías de inspiración retrofuturista. Un cierre estupendo para un vinilo tan generoso en minutos como en emociones.

Vidal Romero
Como todos los antiguos, Vidal Romero empezó en esto haciendo fanzines (de papel) a mediados de los noventa. Desde entonces, su firma se ha podido ver en infinidad de revistas (Go Mag, Rockdelux, Ruta 66, Playground, aB, Era y Clone entre muchas otras) y algún que otro periódico (Diario de Sevilla, Diario de Cádiz). Es también uno de los autores del libro “Más allá del rock” (INAEM, 08) y ha trabajado como programador y productor para ciclos de conciertos y festivales como Arsónica, Territorios o Electrochock (US). Incluso le ha quedado tiempo para ayudar a levantar España ladrillo a ladrillo con lo que es su auténtica profesión: la arquitectura. Es uno de los mejores analistas de música electrónica de este país.