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LauerDonner LakePermanent Vacation 5,5House Antiguo |
Aunque toda su carrera se ha desarrollado a este lado del cambio de milenio, el alemán Phillip Lauer es de esos productores que hubieran dado el bazo a cambio de haber nacido un par de décadas antes, para vivir en su plenitud los primeros tiempos del house; ese periodo glorioso que se sitúa entre finales de los ochenta y principios de los noventa. Así que, como los viajes en el tiempo son todavía cosa de ciencia ficción, nuestro hombre suele darse de vez en cuando baños de nostalgia, y publica temas en los que vuelve de manera virtual a esas épocas doradas. Una retromanía que a veces funciona muy bien –es el caso de su único disco largo hasta la fecha, el muy recomendable “Phillips” (12), o de los maxis que firma como Brontosaurus–, pero que otras veces le estalla entre las manos, en forma de auténticos pastiches.
Su último maxi “Donner Lake”, da un poco de cal y un poco de arena. “Hershel”, el tema que abre la cara A, utiliza todos los trucos de la vieja escuela: cajas de ritmo Roland con mucho metal, línea de bajo en síncopa, atmósferas ligeramente espaciales y algún ruidito extraño; material con el que da forma a un tema que, por desgracia, está mucho más cerca de “Ritmo de la noche” que de “Good life”. Menos obvia, “Donner Lake” también tira de bases italodisco, pero añade teclados oscuros y un bajo con cierto aire post punk, que le dan cierta personalidad. Y “Ward”, ya en la cara B, salva los muebles a base de una línea melódica preñada de melancolía, varias capas de sintetizador hábilmente dispuestas y un ritmo infeccioso. Si se compran el maxi, que sea por este tema.

Vidal Romero
Como todos los antiguos, Vidal Romero empezó en esto haciendo fanzines (de papel) a mediados de los noventa. Desde entonces, su firma se ha podido ver en infinidad de revistas (Go Mag, Rockdelux, Ruta 66, Playground, aB, Era y Clone entre muchas otras) y algún que otro periódico (Diario de Sevilla, Diario de Cádiz). Es también uno de los autores del libro “Más allá del rock” (INAEM, 08) y ha trabajado como programador y productor para ciclos de conciertos y festivales como Arsónica, Territorios o Electrochock (US). Incluso le ha quedado tiempo para ayudar a levantar España ladrillo a ladrillo con lo que es su auténtica profesión: la arquitectura. Es uno de los mejores analistas de música electrónica de este país.