Ayuda al Heliogàbal a pagar la multa

Tienes una cita en el Razzmatazz

Redacción   

Parafraseando la canción, como bien debes saber, no corren precisamente buenos tiempos para la música en directo, sobretodo si nos referimos a locales de pequeño formato. Las presiones vecinales o la burocracia infinita son dos de los principales motivos por los que muchas tiran la toalla en su apuesta por los directos, pero siempre existen aquellas dispuestas a batallar hasta el final. Afortunadamente ciertas medidas emprendidas por los nuevos partidos políticos ofrecen mejores perspectivas para mirar al futuro con cierto optimismo, pero la situación de momento sigue siendo insostenible con los clubs endeudados merced a sanciones justificadas por el excesivo volumen o aforo del lugar. Es el caso de Heliogàbal, una de las más longevas (estaban en plena celebración de su veinteavo aniversario) y nutridas en cuanto a programación en salas de reducida capacidad se refiere, con un historial de más de cuatro mil conciertos, actualmente cerrada y pendiente de resolver su situación administrativa tras cuatro inspecciones consecutivas en apenas quince días.

Para poner remedio sus responsables organizarán este próximo fin de semana, día 5 en la sala grande de Razzmatazz, gracias a la participación desinteresada de tres grupos amigos fieles a una de las señas de identidad de la casa, que no distingue de bagaje, influencias o popularidad en aras de la calidad y un criterio propio y diversificado. Así Mishima, Za! y Pony Bravo (en la imagen en plena actuación en el mismo bar), darán un concierto a beneficio íntegro del popular bar de Gràcia, con un coste mínimo de 15 € por entrada tratando de recaudar los 18.000 euros necesarios para sufragar el importe de la multa y, a ser posible, asumir los costes para una posterior reforma del emplazamiento en materia de seguridad, que permita nuevamente la realización de conciertos. Para ello tienes a tu disposición una fila cero donde puedes aportar la cantidad que estimes conveniente y poder contribuir de esa manera a prolongar esa proximidad entre artista y oyente, una característica de la sala de la que una ciudad como Barcelona no puede prescindir. Adquiere tu entrada o realiza tu aportación aquí. Así conseguiremos, como cantan los de David Caraben en el tema que tienes a continuación, que “todo vuelva a comenzar”.