Hot Snakes al 10º Aniversario de La Castanya

17/11/2018, Apolo, Barcelona

9,5

Óscar Caselles

Fotos Rosario López

Los que presenciamos el concierto de Hot Snakes del Primavera Sound de 2013 nos quedamos con muchas ganas de volver a verles de nuevo después de su concierto incendiario. Por suerte el 10º aniversario de La Castanya, sello discográfico formado por los hermanos Albert y Joan Guàrdia, fue la excusa perfecta para traerles de nuevo a Barcelona. El ambiente festivo de la Sala Apolo presagiaba una de esas noches que se recuerdan durante años.

Casualidades de la vida, este 2018 nos trajo consigo la gran alegría de la vuelta de los de San Diego a la actualidad musical. Lo hicieron con su nuevo disco “Jericho Sirens” y bajo el cobijo del mítico sello Sub Pop. Parece que el tiempo no ha pasado por ellos manteniendo intacta su energía de antaño. Con la naturalidad que les caracteriza, Rick Froberg (voces/guitarra), Gar Wood (bajo), Jason Kourkounis (batería) y John 'Tongue' Reis (guitarra /coros) salieron al escenario para morder desde la primera nota de “Death Camp Fantasy”. Esta banda cuenta con la gran virtud de meterse al público en el bolsillo con una facilidad pasmosa, creando una energía y una complicidad que ya querrían muchos grupos. La fórmula es perfecta, por un lado tenemos a una sección rítmica demoledora a base de mamporrazos de baquetas y un bajo incansable, y por otro a dos guitarras que se complementan a la perfección y te cortan con sus riffs punzantes. La voz enrabietada e inconformista de Rick redondea esta descarga eléctrica en forma de temazos como “I Hate the Kids”, “LAX”, “Why Don't it Sink In?” o “Six Wave Hold-Down”. Luego nos vienen con el nuevo hit “I Need a Doctor” que abre su nuevo disco y piensas: ¿cómo es posible que la sala no esté llena hasta la bandera? Increíble.

Durante todo el concierto el pogo central y el crowd surfing se hizo una constante. Este último fue en aumento a medida que avanzó la velada y algunos se vinieron un poco arriba abordando el escenario hasta el punto de llegar a molestar a los músicos. Después de varios avisos pero sin perder la sonrisa, llegó el momentazo en el que John demostró que el escenario es su templo sagrado y bloqueó el avance de un espontáneo sin dejar de tocar, impidiendo que este se moviera a su antojo hasta conseguir subirse encima de él como un felino atrapando a su presa. Esta pequeña anécdota resume a la perfección el carisma y fuerza del gran John Reis, con su sacada de lengua característica y sus camisas llamativas. Los temas prácticamente se fueron empalmando unos con otros durante todo el concierto. En la recta final pudimos gozar con “Automatic Midnight”, “Braintrust” o “Plenty for All”, entre otras, en el que todos acabamos exhaustos y felices a partes iguales.

En el décimo aniversario de La Castanya también actuaron The Van Pelt, Flasher y White Magic.