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Azkena Rock Festival 2018

22-23/06/2017, Recinto Mendizzabala, Vitoria-Gasteiz

 

Anabel Vélez

Fotos Jordi Vidal y Óscar L. Tejada

 

Un año más nos lanzamos a la carretera para el periplo habitual hacia Vitoria-Gasteiz. El Azkena Rock Festival volvía a abrir sus puertas con un cartel con buenas perspectivas y mucha música por delante. Tres escenarios principales God (dedicados a los desaparecidos Tom Petty y Malcolm Young), Respect (dedicado a Charles Bradley y Fats Domino) y Love (dedicado a Grant Hart y a Johnny Halliday) y un Trashville dan para mucho. Además el tiempo nos acompañó, la previsión de lluvias brilló por su ausencia. La buena música no.

 

 

VIERNES 22

 

The Sheepdogs estrenaban el escenario principal God. Esa misma mañana habían tocado gratis en la Virgen Blanca. El festival ofrece dos días de conciertos gratuitos para el público de la ciudad. En esta ocasión le tocó hacer doblete a los canadienses. Ya triunfaron en su primera visita hace unos años, en 2013, corta actuación gracias a Billy Corgan, pero que nos demostró el buen hacer de la banda. No dejan de sorprendernos. En esta ocasión sonaron por supuesto “Southern Dreaming”, “Cool Down” o la excelsa “Feelin Good”. El escenario y lo temprano de la hora quizás no jugó a su favor, perdieron un poco del brillo y energía que tienen en sala, aún así fue un buen inicio. Los californianos Rival Sons asaltaron seguidamente el escenario Respect. Tocaron bajo un sol inclemente pero eso no restó fuerza a su impresionante propuesta. Hard rock contundente y expresivo que gana enteros gracias a su frontman, Jay Buchanan.

 

El cabeza de cartel del día era el león de Belfast. Van The Man. A Van Morrison le gusta tocar pronto para irse a dormir a casa. Costumbres que tiene esta leyenda irlandesa que ofreció un concierto impecable. Con algunas salvedades, la primera que en su inicio sonó muy bajo de sonido. Algo que solventó a lo largo del concierto. La segunda, el público del Azkena. Es cierto que el maestro jazzea últimamente en sus conciertos, y bien que hace, pero parece que esta deriva musical al público base del festival no le interesa, por muy leyenda de la música que uno sea. Me van a perdonar ustedes, pero si no les gusta o no les interesa, ¿por qué no se van a la barra a beber y no molestan a los que sí quieren disfrutar del concierto? A Van Morrison hay que disfrutarlo en una sala en la que no puedas tener un vaso de birra en la mano y unos cuantos colegas con los que charlar al lado. Es la segunda vez que lo veo en un festival, la anterior fue en el Primavera Sound del 2017, y me quedo con la misma sensación. No es culpa tuya Van. Tú eres un crack.

 

 

No sé yo si programar a Dead Cross después de Van Morrison tiene mucho sentido. No pegan ni con cola. Lo que sí tiene sentido es la propuesta de Mike Patton y los suyos. Hardcore del duro sin concesiones ni miramientos. Patton es inigualable en todas y cada unas de sus propuestas Faith No More, Fantômas, Tomahawk, Mr. Bungle, Mondo Cane... (Por favor, que alguien lo recupere ya con Mondo Cane y lo traiga con la orquesta de 30 músicos). Segunda vez que los veía en un mes, tras el Primavera Sound y confirmado, no apto para cardíacos. Experimental y destroza tímpanos, pobre del que no llevara tapones. Patton se ha unido de nuevo al maestro de las baquetas Dave Lombardo, tocaron juntos en Fantômas. Se nota que hay química entre los dos. Los acompañan Mike Crain y Justin Pearson de Retox. Una banda cohesionada a la que le gusta hacer ruido y hacérnoslo pasar bien. Sigo pensando que Mike Patton es uno de los grandes vocalistas de nuestro tiempo y un culo muy inquieto. Sigan ustedes todos sus proyectos. No se arrepentirán.

 

 

Tras la tralla de Dead Cross, Chris Robinson Brotherhood ofreció uno de los grandes conciertos del festival. Sin duda. La banda está en estado de gracia. No solo Chris Robinson, que se ha quitado el cartel de Black Crowes de encima con creces. Los cuervos negros han sido una de las bandas favoritas del Azkena. Pero esto es otra cosa. Dejemos el pasado atrás y miremos hacia delante. Se nota que esto no es una banda de Chris Robinson, ni del cantante de Black Crowes sino una banda y punto. Grandes músicos que han encontrado su camino y su sonido juntos. No puedo dejar de mencionar a Neal Casal que es otro de los grandes pilares de la formación y que con su guitarra hace maravillas. Me fascina la conjunción estelar que forman todos juntos. Lo de Brotherhood del nombre de la banda es muy acertado. Y su concierto sonó impecable de principio a fin.

 

 

MC50 le siguieron. Wayne Kramer revive a su banda de nuevo como único miembro original pero con una interesante formación. Kim Thayil de Soundgarden estaba a la guitarra, si además le sumas a Brendan Canty, batería de Fugazi, la cosa se vuelve la mar de interesante. Dug Pinnick de King's X tocaba el bajo y Marcus Durant de Zen Guerrilla se hacía cargo de las voces. Escuchar las canciones de MC5 en directo siempre está bien, son un chute de energía sonora. Aunque reconozco que para mi el regreso de MC5 con la gran Lisa Kekaula a la voz me robó el corazoncito mucho más.

 

 

Cerraron la primera jornada Girlschool. Por fin recuperamos a una de las grandes bandas femeninas del rock duro. Había más mujeres en el heavy metal a parte de Doro. Y las inglesas son un buen ejemplo de ello. Abrieron muchas puertas a otras mujeres en el duro mundo del metal. Cuentan que en un concierto, un tipo se les acercó cuando terminó la actuación para decirles que salieran de detrás de la cortina los tíos que tocaban en realidad. No se creía que una banda formada por chicas pudiera tocar tan bien. Y eso eran los maravillosos años ochenta. Detrás de la pared había una cortina. Ahora son el referente de muchas de las mujeres que se suben hoy a los escenarios para cantar y tocar heavy metal. Han sabido mantener la garra y la furia de antaño. Durante su actuación sonó “Emergency”, una canción que compusieron y tocaron junto a Motörhead. Lemmy era uno de sus grandes valedores, pero también muchas otras composiciones potentes y explosivas como “Hit and Run”. Un gran cierre para el primer día de festival.

 

 

SÁBADO 23

 

The Lords of Altamont calentaron las primeras horas de la segunda jornada con su explosiva actuación. Gracias en parte a su cantante Jake Cavaliere que no paró de zarandear su Farfisa durante todo el concierto. Incluso se subió encima de él. Ritmo salvaje e incendiario directo de una banda de guitarras poderosas que saben lo que es dar una buena dosis de buen rock. Uno de esos grupos que se deja toda la energía sobre el escenario. Nada mejor para empezar la jornada.

 

 

Nos acercamos a la carpa de Trashville para escuchar la hipnótico propuesta de Hugo Race & Michelangelo Russo. El guitarrista australiano fue miembro de Nick Cave & The Bad Seeds, por si hay alguien que se pregunté quién es y con Russo había tocado en Hugo Race & The True Spirit. Este concierto rendía homenaje al legado de John Lee Hooker, así que el escenario de la carpa Trashville se convirtió en el lugar ideal, caluroso entorno, podía ser cualquier antro de Nueva Orleans en el que sonara el blues más profundo del maestro. Toda una sorpresa.

 

 

Vamos no me seáis tiquismiquis que Morgan Fisher y Ariel Bender, también son parte de la historia de la banda, aunque no estén Mick Ralphs ni Verden Allen. Al teclado y la guitarra respectivamente, acompañaban a Ian Hunter en este retorno de la banda. Uno de los concierto más esperados del Azkena. Mott The Hoople llegaron, vieron y vencieron regalándonos uno de los grandes conciertos del festival. Ian Hunter y los suyos están en forma. Durante su actuación sonaron canciones como “The Golden Age of Rock N Roll”, “Marionette” o “Roll Away The Stone”, entre muchos otros clásicos de la banda. Nos hicieron cantar y bailar, convirtiendo el concierto en una fiesta. Turbonegro tomaron el relevo. Durante la jornada ya se podían ver muchas chaquetas de las TurboJugend, los seguidores de la banda. Directo potente y explosivo, el rock escandinavo es lo que tiene, saben usar sus armas a la perfección.

 

 

The Dream Syndicate se solapaba con Turbonegro, así que partimos a mitad de concierto de los escandinavos para ver a los de Steve Wynn. Mereció la pena. “How Did I Find Myself Here?” es su último disco, una joya de esas que suena a clásico desde la primera canción y del que pudimos escuchar canciones como “Circles”, “Out Of My Head” o el tema que da título al disco. Pero también hubo tiempo para repasar alguno de sus temas de siempre como “Armed With An Empty Gun”. Decir que fue un concierto perfecto sería quedarse corta. Su actuación fue de 10 sobre 10, de esas que te deja con una sonrisa de oreja a oreja y que te devuelve la fe en el rock and roll si es que alguna vez la perdiste. Aunque si estás en el Azkena eso probablemente no ha pasado nunca. Nos quitamos el sombrero ante Steve Wynn y los suyos, que nos ofrecieron un concierto espectacular.

 

 

Y llegó la hora de la cabeza de cartel más esperada: Joan Jett & The Blackhearts. ¿Sabéis ese concierto que estás esperando toda tu vida, llega y es exactamente como te lo habías imaginado? Pues eso fue Joan Jett. Esta mujer es una leyenda viva y se lo ha currado ella solita a pesar de mil contratiempos. Numerosas discográficas le dijeron que no a su primer disco, un clásico que la ha convertido en dueña y señora de sus composiciones, tuvo que crear su propio sello para poder publicarlo. Y fue todo un éxito. Que se jodan esos señores con traje que le dijeron no a Joan Jett. En el Azkena empezó su concierto con la potente “Victim of Circunstance” y de ahí hasta el final fue una explosión de rock llena de actitud. Escuchar al Azkena al completo cantar el “Cherry Bomb” de las Runaways junto a Joan Jett no tiene precio. También hubo incluyó en su set otro tema de su primera banda, el adrenalítico “You Drive Me Wild”. Luego arrasó con la versión del “Do You Wanna Touch Me (Oh Yeah)” de Gary Glitter. Evidentemente no podían faltar temas como “I Love Rock N Roll” o “Bad Reputation”. De su último trabajo, “Unvarnished”, sonaron “TMI” y “Hard To Grow Up”. Coreamos con “I Hate Myself for Loving You”, nos pusimos sensibles con “Crimson And Clover” y odiamos con “Fake Friends”. Joan se fue tocando una versión impresionantemente rockera del “Everyday People” de Sly & The Family Stone, dejándonos con una gran sonrisa de felicidad. Eres grande. Gracias por existir.

 

 

Tras Jett, pisaban el escenario los australianos The Beasts of Bourbon, que volvían a visitar el Azkena de nuevo tras su apoteósico concierto editado por el festival en vinilo. Estas legendarias bestias australianas lideradas por Tex Perkins y Kim Salmon ofrecieron una explosión de rock puro y duro con un aire de tristeza. La noticia del cáncer incurable de Spencer P. Jones nos devolvía a la banda sin uno de sus elementos principales. Aún así, Charlie Owen le sustituyó a la guitarra y la banda nos regaló un potente concierto como solo los australianos podían hacer. Ver a Kim Salmon de nuevo ya es toda una alegría musical. A ver si viene también a presentar sus discos en solitario.

 

 

El festival se cerró con el retorno de Gluecifer. Los noruegos parece que nunca se fueron. Biff Malibu y Captain Poon están en plena forma. Parece que fue ayer cuando veía a Biff caerse casi desmayado en el Mephisto a causa del calor infernal de la sala barcelonesa, tras un set apoteósico y explosivo a partes iguales. El tiempo no parece haber hecho mella en la banda que sigue tan potente como siempre. Poder volver a corear “Go Away Man” a grito pelado a las 2 de la mañana para cerrar el Azkena no tiene precio. Gracias por la buena música. Otro Azkena más se cerraba con primera confirmación: actuación exclusiva de Wilco. Hasta el año que viene.

Anabel Vélez

La música, el cine y los libros son sus tres grandes pasiones así que dirigió sus pasos como periodista hacia ese camino. Hace más de diez años que escribe, disfruta y vive la cultura. Por eso habrás leído sus artículos en revistas musicales como Ruta 66 y Ritmos del Mundo o cinematográficas como Cineasia. También la habrás escuchado en Ràdio Gramenet haciendo programas de cine y música en el pasado, ahora lo puedes hacer como colaboradora del programa musical El Click de Ràdio Montornès. Colabora habitualmente en páginas web como Sonicwave Magazine o Culturaca y siempre, siempre escucha música.