Gambardella + Decurs en Barcelona
03/02/2018 El Pumarejo, Barcelona
8,5
Texto Lidia Noguerol
Fotos Montse Melero
“Último reducto de tranquilidad / Último reducto de autenticidad” , cantaban los Pony Bravo sobre el Pumarejo de Sevilla. Estos mismos versos sirven para el Pumarejo de Barcelona. Como también el que dice “trae tu documento nacional al Pumarejo”. Así te podrás hacer socio y disfrutar del espacio, las actividades y conciertos de la asociación y evitar tenerte que quedar fuera como les pasó a unas veinte y pico personas que vinieron a ver el conciertazo de Gambardella.
El espectacular trío de Barcelona presentó su primer trabajo “Benicarló” en un ambiente amigable y desenfadado donde la expectación se podía palpar. Gambardella consiguió crear una atmósfera todavía más especial de la que ya había. Antes de su concierto Jaime Pantaleón (guitarra y teclados) y Víctor Teller (bajo) se encargaron de calentar el local espoleando a sus colegas y teloneros Decurs. La combinación de post-rock, hardcore y metal de esta banda destacó por la tensión que fueron capaces de crear especialmente en los momentos instrumentales y por los giros y acelerones que se marcaron para sacar al respetable del trance en que lo habían sumido, colgado de un bucle de batería que en ocasiones se parecía a un disco rayado.
Durante el primer bolo ya hubo entusiastas muestras de loloísmo (entre el público estaba Spazzfrica Edh de ZA!) que continuaron en el de Gambardella. El trío fue recibido con un cariñoso “Gamdardella fills de puta!” (piropo que el ubicuo Teller dedica a menudo a otras bandas) y la banda devolvió la lisonja con un sonorización previa de película (en el sentido literal del término) de la que surgirían las canciones. Pantaleón y Teller empezaron a lanzar sugerentes sonidos con los pedales y cuando ya nos habían elevado unos pies del suelo, se agruparon alrededor del imaginativo batería Óscar Altaba que resoplaba mientras tocaba e iba mirando alternativamente a sus dos compañeros.
La compenetración y complicidad entre ellos es otra de las bazas que tienen como banda. Durante su actuación parecían un átomo sometido a diferentes reacciones nucleares: Jaime y Víctor se fusionaban con Óscar que ejercía de núcleo y los tres se cimbreaban, taconeaban o bailaban hasta que era necesaria la fisión. Jaime se acercaba a los teclados o a los pedales y una vez los había tocado y había abierto espacios con melodías nítidas, etéreas y espaciales se volvía a fusionar con la sección rítmica del grupo, que tiene un groove personalísimo marcado por el sonido dub ultra-grave del bajo y una original batería. Junto con las proyecciones que se exhibieron, Gambardella nos llevó por imprevisibles derroteros sonoros que transitaban por el jazz tórrido, el post-rock atmosférico, la psicodelia sensual, la experimentación y las músicas menos obvias del séptimo arte. Un concierto de cine de una banda que aún puede ir mas allá.

Lidia Noguerol
Lídia Noguerol comparte profesión con Barbara Gordon (Batgirl). Cuando no le toca lidiar con adolescentes descarriados, borrachos y indigentes, se dedica a seleccionar música, cine, libros y cómics. Por la noche, cuando no va al cine o se queda en casa leyendo, transita autopistas y carreteras secundarias y recorre los ejes de comunicación del país, en busca de conciertos de los que hablar por la mañana siguiente en prensa local, portales culturales, blogs y prensa especializada como la extinta Go Mag. Buscando un mundo mejor, ha ido a parar a Blisstopic, un lugar tan excitante como Gotham.