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Rufus Wainwright en Festival de Pedralbes

05/06/2017, Jardins de Pedralbes, Barcelona

7,7

 

Javier Burgueño

Fotos Eric Altimis

 

 

La nueva edición del festival de Pedralbes comenzó por todo lo alto con un concierto íntimo de Rufus Wainwright. Wainwright se presentó en solitario, sentado en su piano de cola, del que se levanto en algunos momentos para cambiar a la guitarra, con la única ayuda puntual del guitarrista Pau Figueres. Inmerso estos últimos años en una vorágine de trabajo (edición de su primera ópera, “Prima Donna”, en Deutsche Grammophon el 2015, disco de sonetos de Shakespeare, “Take All My Loves: 9 Shakespeare Sonnets”, el 2016 coincidiendo con el 400 aniversario de su muerte) el concierto se mostraba como una parada en el camino para tomar aliento, hinchar los pulmones y expirar plenamente (a la manera respiratoria, no a la de dejar de existir que comentó en una de las muchas anécdotas que explicó durante la noche).

 

 

Así pues, al ser desnudados hasta su forma más básica, los temas se despojaban de arreglos para ganar en intensidad y cercanía (“Jericho” deviene un deseo todavía más descarnado e imposible, “Out of the game” y “Grey gardens” se muestran más íntimas y frágiles). Wainwright repasó todo su cancionero, de los temas más antiguos a sus últimas publicaciones (“A woman's face (sonnet 20)”  de los sonetos y “Les feux d'artifice t'appellent” de “Prima Donna”),  hizo un par de versiones (“I’m going in”, de la siempre añorada Lhasa de Sela y el celebrado “Hallelujah” de Leonard Cohen durante los bises) e incluso estrenó un nuevo tema, inspirado por el nuevo habitante de la Casa Blanca (“The sword of Damocles”). Fue la del lunes una velada íntima e intensa, un viaje de exploración a las entrañas de los temas de Wainwright, delicada a la par que emocionante.

 

Javier Burgueño

Javier Burgueño pasó su juventud en el Vallés Oriental (Barcelona) donde se inició en esto de la crítica presentando y coordinando un programa musical de la televisión de su pueblo durante la bendita locura analógica de las televisiones locales de principios de los 90 (asegura que ya no quedan copias de los programas, se encargó personalmente de ello una noche de verano). El experimento fue divertido y dejó un poso latente que volvió a aflorar con el cambio de siglo cuando empezó a colaborar asiduamente con la web del programa de radio madrileño “El otro lado del telescopio” y más tarde con www.pinypondjs.com. Ha sido colaborador de Go Mag desde el 2007 hasta su desaparición de los quioscos el pasado junio de 2013.

 

javier@blisstopic.com

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