(a band called) E en Barcelona
16/02/2017, BeGood, Barcelona
8,7
Fotos Óscar García
“Zedek, Sanford, McCarthy”, o más bien “McCarthy, Sanford, Zedek”, no, no, mejor empezar dando el protagonismo al de Neptune, digamos “Sanford, Zedek, McCarthy”… podríamos seguir así hasta completar las seis opciones posibles (todas las permutaciones de tres elementos), pero da igual, con que escojan una al azar es suficiente; ¿saben aquello de qué a veces el valor de un conjunto es mayor que la suma de sus partes?, pues aunque pueda parecer una exageración (el historial de los tres es de los de dejarle a uno patidifuso) eso es lo que pasa con la banda llamada E. Lo que comenzó como una extensión de las colaboraciones entre Thalia Zedek y Jason Sanford devino algo todavía más serio cuando Gavin McCarthy se hizo cargo de la sección rítmica (en principio iba a ser el bajo, pero acabó haciéndose fuerte tras la batería).
Sobre el escenario de la sala BeGood empezaron a sonar la batería y las dos guitarras (en el caso de Sanford reducida físicamente a la mínima expresión, cuerdas, silueta y poco más) con las primeras notas de “Regatta” e inmediatamente una afilada red se cernió sobre el público, aprisionándolos sin remedio. “I want to feel good” nos dicen, intentando llevarnos a engaño, para luego ver que la entonación de Sanford repitiéndolo continuamente contrapuesta al recitado de Zedek nos explican justamente lo contrario. Si Shellac son secos, incisivos y quirúrgicos, como el cirujano que trabaja con su escalpelo en un quirófano blanco y aséptico, E también cortan, pero en vez de escalpelo usan una navaja oxidada y cauterizan abrasando la herida (y luego echan sal encima). “Candidate”, el tema más político, suena en la voz de McCarthy; no hace falta una floritura ni una nota de más, la tensión se sigue palpando en el ambiente, algo que nunca desparecerá, prolongándose durante todo el concierto: Tensión continua, abrasión, minimalismo del que hace daño en el oído, todo a su debido momento para dar forma a uno de los conciertos más interesantes lo que llevamos este año.

Javier Burgueño
Javier Burgueño pasó su juventud en el Vallés Oriental (Barcelona) donde se inició en esto de la crítica presentando y coordinando un programa musical de la televisión de su pueblo durante la bendita locura analógica de las televisiones locales de principios de los 90 (asegura que ya no quedan copias de los programas, se encargó personalmente de ello una noche de verano). El experimento fue divertido y dejó un poso latente que volvió a aflorar con el cambio de siglo cuando empezó a colaborar asiduamente con la web del programa de radio madrileño “El otro lado del telescopio” y más tarde con www.pinypondjs.com. Ha sido colaborador de Go Mag desde el 2007 hasta su desaparición de los quioscos el pasado junio de 2013.