Cruïlla Festival 2015 Crónica
10-11/07/2015, Parc del Fòrum, Barcelona
Texto Manu González
Era mi primera vez en el Cruïlla y la verdad es que me encontré con uno de los festivales más cómodos a los que he asistido en este 2015. Con un tamaño grande pero no inmenso, el Cruïlla sorprendió en esta nueva edición con dos cabezas de cartel grandes de la música negra norteamericana moderna: Kendrick Lamar y Lauryn Hill, dos figuras internacionales junto a un cartel multidisciplinar (marca de la casa) donde sólo destacaba como figura indie los Franz Ferdinand (que tocaban como FFS junto a los vetustos y siempre reivindicables Sparks). El eclecticismo también está presente entre su público (mayoría de mujeres) donde hay de todo (de hipsters a pijos pasando por melómanos de toda clase y chavalada que viene a pasárselo bien). También hay familias, que aprovechan las cómodas instalaciones del Meditarráneament lounge (con un escenario de fantástica programación que tuvo que sufrir la contaminación sonora del Escenario Time Out, situado un poco más abajo) o esa Coke Lounge de cómodos sofás con vistas al escenario principal. La zona de comidas era estupenda y amplia y a lo largo de la noche veías a la gente cogiendo sillas y montando corrillos como si aquello fuera una fiesta privada y no un gran festival. Un gozo de organización que sólo falló en la poca cantidad de lavabos portátiles grandes para chicas (los chicos no tenemos que hacer colas para las aguas menores), con largas colas siempre. En definitiva, un festicval cuyo cartel y comodidad le convierten en una de las grandes citas veraniegas de la Ciudad Condal. La apuesta arriesgada del cartel de este año ha sido bendecida por el público con un total de más de 46.000 visitas en los cuatro días del festival, todo un logro.
VIERNES
Después de acomodarme a las medidas del festival, mientras el Sol está pegando de lo lindo en la ciudad de Barcelona (y son las seis de la tarde), tocan los clásicos Osibisa, formación formada en Londres en 1969 por músicos de Ghana, Nigeria y las Antillas que nos recibió al ritmo imparable de un afro-funk. Con Teddy Osei como jefe de ceremonias, los ocho miembros de Osibisa lanzaron algunos de sus hits de toda la vida como "Music for Gong Gong". Una hora más nocturna hubiera sido muy agradecida para que el público conociera esta propuesta y la bailara muy a gusto. 7,5
Eran las 7 y en el Cruïlla todavía no había demasiado público. Ideal para ponerse a la sombra del Escenario PayPal y esperar lo nuevo de las hermanas Casady, ya saben, CocoRosie. Ese "Tales os a Grasswidow" de 2013 en el que destacó, como no, el tema "After the afterlife". De hermanas de Tim Burton a miembros de un Cirque de Soleil formado por M.I.A. sólo hay un par de discos. Extravagantes y poco amigas de recuperar clásicos, las Casady entretuvieron con un show bizarro en el que colaboró hasta un beatboxing y un inquietante señor japonés mayor que parecía el Señor Miyagi. 6,6
En el cómodo Lounge Mediterràniament (un lugar paradisiaco en medio del Fòrum el que no se podía escuchar nada cada vez que comenzaba un concierto en el Escenario Time Out), Ferran Palau (de Anímic) iba vestido de mujer junto a Joan Pons de El Petit de Cal Eril y Jordi Matas y Adriano Galante de Seward. Al principio no se escuchaba nada por culpa de Osibisa, pero al final (sin más ruido que los aplausos del público) pudo desplegar el frágil ideario del folk de "Santa Ferida". 7,5
Jamie Cullum comenzó muy bien, con garra, con fuerza, metiéndose al público femenino en el bolsillo pero se fue diluyendo poco a poco en medios tiempos aburridísimos a medida que nos íbamos dando cuenta que su voz tampoco da para más. Eso sí, momentos como el de "I'm all over it", esa versión de Rihanna o ese tierno "Killing me Softly" le quedaron bastante bien. El momento de improvisación final se lo podría haber ahorrado, por favor. 6,8
Darle una oportunidad a Of Monsters And Men fue una auténtica perdida de tiempo. Primero, sólo tocaron 40 minutos porque su bajista sufrió un jamacuco y se lo tuvieron que llevar al Hospital. Segundo, sus dos discos son una copia insípida de Arcade Fire ideal para sonar en los 40 Principales. Más aburridos que la última temporada de "Juego de Tronos" (por cierto, su cantante tiene bastante parecido con el personaje de Sanwell Tarly de esta serie), Of Monsters And Men sólo tiene un hit (sí, "Little talks") y se lo guardaron para el final para que nadie se fuera, evidentemente. 5,5
Después de comer fuimos a ver el momento de la noche (y uno de los conciertos del año) un Kendrick Lamar que mejoró el concierto que nos dejó boca abiertos hace dos años. Superlativo y muy cómodo en el escenario del Cruïlla y acompañado de tres monitores gigantes que ofrecían cortes de sus vídeos y, entre tema y tema, unos planos aéreos de Los Angeles y Compton dignos de "Blade Runner", nos contó que había venido sin un miembro de su crew y prometió volver a Barcelona para hacer un concierto mejor (si eso es posible). Y es que cuando suenan sin descanso temas como "Swimming pools (Drank)", "King Kunta" (la más bailada de la noche), "A.D.H.D.", "I", "m.A.A.d City" o "Bitch, don't kill my vibe" uno debe aceptar que las piernas comiencen a mandar y tirarse una hora y media bailando y sudando sin descanso. Enorme, a este ritmo se va a comer a Kanye West con patatas. 9,3
Evidentemente, me perdí la primera media hora de Vintange Trouble por no irme de Kendrick Lamar. Pero lo que vi no acabo de convencerme demasiado. Por un lado reconozco los méritos en directo de la banda del cantante Ty Taylor y el guitarra Nalle Colt y el público agradeció mucho ese rock and soul bailable a medio camino entre los Rolling y James Brown. Pero es un grupo muy bien vestido con ropas prestadas. No fui capaz de apreciar ese brillo de autenticidad que no fuera más allá de una buena copia. 7
El sonido de Vintange Trouble se comió el directo de Seward, y es una pena, pero fue un gatillazo muy considerable. La fuerza de su propuesta menguó considerablemente en un escenario donde parecía que de un momento u otro se pasearía por allí la pija de Dakota Johnson. Ellos demostraron rebeldía tapando el logo de la cerveza de Barcelona que patrocinaba el festival (duró poco) pero, francamente, no fue ni el momento el sitio para disfrutar de Seward. Una auténtica lastima. 7,2
SÁBADO
Llego a la mitad del concierto de Emilie Sandé cuando la británica tiene metido en su bolsillo a casi todos los asistentes del Escenario Cruïlla. Me comentan que empezó demasiado lanzada pero el trozo que yo presencio, con "Next to me" (tema que le remezcló Kendrick Lamar, por cierto) como colofón final ,me parece sublime, gracias a una banda fuerte y entregada. Apenas la veo veinte minutos y me parece uno de los conciertazos del festival. Voz, poderío y presencia que debería arriesgar más en sus temas para no quedarse en una artista más del R&B mundial. Al tiempo. La seguiremos con ganas. 7,8
Aloe Blacc se encontró con una lluvia de sujetadores en su tercera canción. En teoría eran sujetadores de una sola copa para concienciar sobre el cáncer de pecho que daban en un stand de Amnistía Internacional dentro del festival. Pero juro y perjuro que un servidor vio un par de generosos sujetadores de dos copas volando a los pies del cantante de California. Poco, muy poco, queda de aquel Blacc que grababa para Stone Throw y tocaba en el Sónar. Ahora contrata una banda europea para girar para pasar el trámite y se dedica a derrochar carisma y voz. Eso sí, a medida que va tirando hits (como "I need a dollar"), su concierto permanece en una incomoda línea entre el bostezo y la media sonrisa. Hay que ser muy fan para verlo entero, francamente. 6,5
Lauryn Hill lo tenía todo para hacer el mejor concierto del festival, pero sobre todo tenía el público a sus pies. Un público que esperó más de media hora mientras un DJ ponía temas de hip hop, reggae y trap pero que acabó reclamando con silbidos y gritos la ausencia de la artista. Al final salió Lauryn con la banda más grande (de miembros) de todos los grupos que tocó en el festival y aquello comenzó a ser un desconcierto total. Todo sonaba como una gran pelota en los que los metales se intuían, la artista no paraba de reñir a la mesa de sonido y a mandar a todos los miembros de su banda (hubo un par de momentos en los que ordenó al batería que parase el bombo). Tres canciones después y aquello parecía un ensayo con público demasiado bien pagado. Y ningún hit a la vista. Poco a poco fue recuperando el control del concierto pero con decisiones muy discutibles, como la versión reggae de "Ex-factor" o esa "Killing me softly with his song" que sonó demasiado a cumplir el formulario fan. Tocar el legado de Marley con su hijo Damian a punto de tocar en otro escenario tampoco fue demasiado acertado, pero ahí están las versiones de "Jamming" y "Is this love". Un concierto agridulce para sus fans. 5,5
Mientras todo el mundo estaba disfrutando/sufriendo a Doña Fugees, otro, los fieles, estaban en el concierto de Guadalupe Plata presentando su reciente y homónimo tercer trabajo "Guadalupe Plata" (Everlasting 2015). Westen-blues-rock directo al estómago que sonaba muy grande en el Escenario Radio 3. Parece mentira que sólo sean bajo, batería y guitarra. 8
Hay muchos críticos que reclaman más Jamaica en los carteles de los festivales, pero hace años que el espíritu del reggae y el dub ha prosperado mucho y mejor en otras latitudes como Londres o Puerto Rico y República Dominicana mientras el reggae envejece y no avanza demasiado en su Kingston natal por culpa de Marley y su legado. Y aunque Damian "Jr Gong" Marley se junte con Skrillex ("Make it bum dem") sus concierto huelen más a alcanfor que a marihuana. Más de una hora de reggae de garrafón sin alma que sólo sube enteros en los momentos que Damian ragganea. Al final tira de herencia y se marca un "Could you be loved" de fiesta mayor en el que saca un niño (su hijo, presumimos) a marcarse un ragga digno de Pocoyo. En mi mente sólo puedo reproducir a Gandalf gritándonos: "!Huid, insensatos!". 4
Puede llegar a entender la mayoría de actuaciones del Cruïlla, pero la presencia de los longevos Archive, banda de trip-hop y prog rock, que se hizo famosa cuando todo el mundo buscaba más bandas post Radiohead "Kid A" y su "You all look the same to me" (2002) pasaba por allí, es una presencia que no acabé de entender (demasiado noventero para este festival, creo). Quién les ha visto y quién les ve. Del trip-hop no queda ni los grumos y ahora son una contundente banda de rock electrónico demoledora en concierto. Con un "Restriction" recién estrenado, quizá las canciones de Archive no calaron demasiado entre el público que disfrutó más de la energía del sexteto. Sí, también hay fans de las guitarras entre los visitantes del Cruïlla. 7
Tras el fracaso de Lauryn Hill, yo no esperaba mucho del concierto de FFS, ya saben la unión de Franz Ferdinand y Sparks que acaban de publicar un trabajo conjunto, el poco escuchado por mi parte "FFS" en Domino, pero con el principio de "Johnny Delusional" me quedé sin palabras y comenzaron mis pies a ganar a la razón. Como los buenos conciertos de Pet Shop Boys de toda la vida, la coctelera disco pop de FFS funciona como un tiro (aunque en algunos poco momentos pareció que se lo pasaban más bien ellos que el público). El repaso a casi todo el disco (con momentos muy grandes en "The man without Tan", "So Desu Ne" o la última "Piss off") más visitas puntuales al cancionero de los dos grupos ("Do you want to" y "Take me out" fueron las más celebradas por el público, por supuesto), pero no nos podemos olvidar de esa "Achoo" que Kapranos disfrutó mucho, o aquella "The number one song in heaven" de los hermanos Mael con el clásico número de Ron bailando tras tirarse todo el concierto estático. Directo de la noche, sin lugar a dudas. 8,5
Antes de volver a casa y salir huyendo de la propuesta francesa (aunque juraría que la cantante hablaba un excelente castellano) del electroswing de Caravan Palace (eran como Luis Cobos con el bombo pero cambiando la zarzuela por el swing, un horror), decidí quedarme un rato en el concierto de Le Peuple de L'Herbe, quienes convencieron al público con su desparpajo y su coctelera de estilos con el hip hop como base primigenia. Después de un excelente momento de beatboxing comenzaron a tirar de ska... demasiada ensalada de estilos para esas horas de la noche. 6,7
Camino de la salida escucho a Los Retrovisores al fondo haciendo una versión ye-ye de "Mi gran noche" de Raphael. Más público, sí, pero fue mejor la noche del viernes.
https://blisstopic.com/live/item/4483-cruilla-festival-2015-cronica#sigProId4f6c5dc1cf

Manu González
Hizo su primer trabajo periodístico entrevistando a Derrick May por fax en 1995 para la desaparecida revista aB. Desde entonces, este natural de Hospitalet de Llobregat (1974) ha colaborado en publicaciones como Qué Leer (donde se encarga de la sección de cómic), Guía del Ocio BCN, Playground Mag, Revista Trama, EnBarcelona Magazine, Terra Gum, Hoy Empieza Todo (RNE 3), Agenda San Miguel o los catálogos del Festival Sónar 1997 y el Festival Doctor Music 1998. Experto en cómic y literatura fantástica, ha colaborado con editoriales como RBA, Random House Mondadori y Círculo de Lectores. Pero sobre todo es conocido por haber sido el Jefe de redacción de la revista Go Mag desde mayo de 2001 hasta su último número en junio de 2013.
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