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NUDO’18 Crónica 02

Texto y fotos Santiago García Tirado

 

Más videoarte en la apertura del segundo día en NUDO’18, y ya está el aforo casi al completo. Para esta ocasión los seleccionados son varios videopoemas proyectados en el festival Videobardo, de BsAs. Hay varias piezas que inquietan, lo que parece que va en la razón de ser de este tipo de obras transgénero. Un pubis que invita y que avisa. Un unicornio que transita carreteras perdidas en Cuba. Un dado-pedrusco que aparece en la calle y que contiene entre sus suertes las letra de POESÍA. Yo me pasaría perfectamente las horas viendo este tipo de experimentos sin moverme del sitio. Si incorporasen además publicidad subliminal, la asumiría toda y sería feliz. Días enteros viendo el discurrir de manchas y el deambular de las ondas sonoras. Como un bebé.

 

 

Entonces llega la experiencia caníbal que plantean sobre el escenario Sara Torres + Lola Nieto. Es requisito imprescindible dejarse llevar y confiar en las poetas, o no hay experiencia. Lola grita, y al final del aullido es una canción. Sara recita un verso y se estiliza hasta un gemido. Lola entra en trance, levanta un pie, se le contrae la cara, saca la lengua. Es un juego improvisatorio que tiene algo de exorcismo y un cierto sabor lejano a Artaud, aunque mucho más domesticado. Los textos  han nacido a la vez que el movimiento, como una experiencia de creación a dos cabezas y dos cuerpos, y adquieren toda su validez en el acto. Tiene fuerza, tienen fuerza. Ya quiero volver a verlas en otra ocasión.

 

 

Mara Carver aparece empoderada cerrando el cartel. Se sitúa en un discreto rincón y luce máscara de cuero con un detalle en forma de ala mercurial. En el lado opuesto, un músico igualmente enmascarado emite un tecno que se expande desde lo amable-cándido hasta la textura turbia y el ritmo saturnal. La pantalla gigantesca que ha preparado la sala Miscelánea-BCN no es manchada por las sombras de ninguno de los artistas. Mara Carver recita una selección de sus poemas, “Los acróbatas”. Hay paisajes que corren y atardeceres. Una niña juega. Pies diminutos sobre las escaleras hasta coronar un tobogán. El sonido se esponja, ahora es estridente. Mara Carver desgrana letra a letra la melodía llave que cierra el círculo y lo vuelve humano. Su alter ego, Carmen Berasategui, saluda a un público que ha vuelto a llenar la sala por segundo día.

 

Al final de todo esto voy a subir una buena cantidad de vídeos y de audios, y van a terminar creyéndome. Y entenderán a lo mejor de qué fusión de géneros estamos hablando aquí.

 

El cartel de hoy promete grandes cosas. Y hacia allá que voy.

Santiago García Tirado

Soñó con llevar subliminalmente en su DNI una cifra capaz de avivar el deseo, pero llegó al mundo en 1967, con dos años de antelación para la fecha correcta; desde entonces no ha hecho más que constatar que siempre estuvo (contra su voluntad) en el tiempo equivocado para ser cool. Con empeño, y en contra de la opinión de las hordas hipsters internacionales, ha llegado sin embargo a crear la web PeriodicoIrreverentes.org, y colaborar en Micro-Revista, Sigueleyendo, Quimera y Todos somos sospechosos, de Radio 3. Sus últimas obras de ficción son Todas las tardes café” (2009, relatos) y La balada de Eleanora Aguirre” (2012, novela). En 2014 verá la luz su novela “Constantes Cósmicas del Caos”, con la que espera coronar su abnegada labor en beneficio de la entropía universal.