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Elena Setién

La hija prodiga

 

Javier Burgueño  

 

Tras haber desarrollado su carrera musical lejos de nuestras fronteras, Elena Setién vuelve a casa para seguir haciendo lo que se le da mejor, escribir canciones y publicar discos. “Dreaming of Earthly Things”, publicado entre finales del 2016 (España) y principios del 2017 (resto Europa), su sexto álbum, es su disco más pop, enriquecido por el bagaje jazzístico y experimental de Elena. Podremos verla en el Vida Festival (Vilanova i la Geltrú, 1 de julio ) y en el Jazzaldia (Donostia, 23 de julio)

 

Elena Setién no es una recién llegada. En Dinamarca, donde Elena ha pasado los últimos trece años de su vida, ha publicado cuatro discos con su dúo Little Red Suitcase y uno en solitario, siendo nominada cuatro veces a los grammies daneses y habiendo colaborado con una gran cantidad de músicos de la escena jazzística del país. Casi dos décadas después de marchar a Londres para estudiar violín Elena ha vuelto a casa.

 

Uno de tus temas se llama "Back to where you started": ¿Es un guiño a tu vuelta a Donostia?

Sí, la canción ha sido un guiño, pero no consciente. El tema, “De vuelta a dónde empezaste”, significa eso, que he vuelto a Donosti después de 19 años fuera. La canción me salió sola, fue una cosa espontánea, una canción de esas que salen muy rápido, y me llenó de alegría, me parecía un buen estribillo, y me entraron ganas de tocarla una y otra vez, y fue un poco el germen de la idea de hacer un disco nuevo.

 

Vuelves a Donosti, el principio de tu historia musical, ¿cuántas cosas han cambiado desde que saliste?

Salí de allí para estudiar violín clásico en Londres y he vuelto como cantautora en inglés con un bagaje de improvisación free. El periplo que he hecho va un poco de un extremo al otro, vengo de una familia en la que mi padre tocaba el piano y mi madre era profesora de guitarra clásica, con lo que en casa escuchábamos mucha música clásica, pasarme a lo moderno fue un poco como mi rebelión personal. En Londres estudié violín clásico y composición, más tarde me mudé a Barcelona donde abandoné un poco el violín. Estaba algo desanimada, el violín es muy duro, como un deporte de élite, estudiar, estudiar, estudiar para no ver los frutos y poder sentirme satisfecha en un concierto, así que empecé a cantar, como el que no quiere la cosa, música barroca al principio y luego me empezó a interesar el jazz, un disco de Rickie Lee Jones, “Pop pop”, me inspiró muchísimo. Una vez en Copenhague con mi amiga Johanna Borchert formamos Little Red Suitcase, donde hacíamos improvisación y jazz.

 

Después decides sacar un disco tú sola, algo más pop.

Sí, “Twelve sisters”, no tiene mucha improvisación, fue un intento de hacer un disco más producido, en contraposición a discos anteriores. Lo coproduje con un guitarrista danés, cogiendo las canciones y produciéndolas a la manera clásica, “aquí vamos a poner cuerdas, aquí haremos esto otro”,  fue un proceso muy arquitectónico, de construir y pegar, fue duro, aprendí muchísimo pero fue un proceso difícil. El segundo en solitario, mi último disco, “Dreaming of earthy things" ha sido mucho más espontáneo, más fácil, tal vez gracias a todo lo que aprendí con el anterior.

 

¿En que se diferencia , “Dreaming of Earthy things" de “Twelve sisters”?

Es un disco más natural, más suelto, todo está ligado de forma más orgánica y menos pensada.

 

 

¿La canciones siguen algún hilo argumental?

Sí, como te he comentado antes "Back to where you started" fue el germen que me hizo decir “Elena, tienes que hacer un disco, ya tienes unas canciones, escribe otras y sigue en esta dirección”. El hilo conductor puede ser el movimiento, el viaje, indagar que es lo que pasa debajo de la superficie cuando se produce ese movimiento. Un cambio de país, con toda una familia (tengo pareja y dos niños) supone mucho cambio, no es algo sencillo. Fue muy rápido y espontáneo, pero acabó siendo también vertiginoso. El disco tiene diferentes personajes retratados en momentos de cambio, la primera canción por ejemplo, “Someday, somehow” es la historia de una persona que deja a otra, trata sobre la persona que se queda atrás en el momento de cambio, obligada ahora a cambiar por fuerza, y varias historias más del disco hablan sobre el tema.

 

Sorprende que con tal bagaje aquí fueras poco conocida.

No, apenas me conocían, ni siquiera en el País Vasco. Allí había cuatro que sabían quien era yo, porque había tocado un poco y les había pasado algún disco, y siempre me decían “¿cuándo vas a venir otra vez a tocar?, ¿por qué no presentas aquí algo?”, pero era difícil, ya que viviendo tan lejos centraba mis energía en vivir allí, en buscar subvenciones del estado, que es lo que se hace en Dinamarca para poder realizar la labor artística.

 

Acabas grabando el disco con Mikel Aspiroz. ¿Cómo acabas trabajando con él?

Tenía muy pocos contactos, por no decir ninguno. Contacto con Mikel Aspiroz de forma totalmente casual, unos vecinos de mi madre me comentaron que conocían a un chico que hacía música con un órgano Hammond y que improvisaba, “tienes que conocerle, tenéis mucho en común, sois inquietos”. Me sonaba su nombre pero no lo conocía, así que entré en su página web y le mandé un email. A los dos días no me había contestado todavía así que lo llamé por teléfono, porque soy un poco terca, y me contestó muy bien, que le había gustado mucho un tema que le había mandado del disco anterior y que encantado, que él no solía grabar en su estudio a otros artistas, pero que podíamos probar a hacer una pequeña demo o algo así, algo que acabó convirtiéndose en un disco.

 

Disco que ha sido publicado por un sello alemán, Enja/Yellowbird.

Después de grabar varios temas, en enero del 2016, pienso en buscar discográfica. En Copenhague era miembro de un colectivo discográfico y tenía ganas de salir de allí, que era muy “do it yourself”, y saliendo del nido protegido de Dinamarca quería buscar un nuevo sello que me apoyase, y contacté con varias, entre ellas Enja/Yellowbird por medio de Joanna, y fueron los más entusiastas, la mejor respuesta que tuve. Pensé que si alguien se emociona con mi música es porque va a creer en ella, y ahí estoy.

 

¿Y qué ha pasado con tu anterior banda, Little red Suitcase?, ¿volverás a hacer algo con Joanna?

La banda está aparcada, pero la sinergia musical entre Joanna y yo es para siempre, hay una amistad y una relación musical que tiene mucho que ofrecer, por lo que volveremos a trabajar juntas. En este disco no ha participado, ya que estaba trabajando en su propio proyecto y además acaba de ser madre, pero sí que lo hizo en el disco anterior.

 

  

Al hablar de ti se tienden a utilizar palabras como expansivo, improvisación, ¿se ajustan estas palabras a tu forma de trabajar?, ¿improvisas mucho o eres más metódica?

No, de metódico puede haber, en periodos buenos, la continuidad. Pienso que es muy importante, hay que estar en forma, entrenarse, tener ese fluir que es muy necesario en la música, se nota físicamente casi, cuando no has tocado hace mucho tiempo no fluye. Ahí sí que pienso que un poco de método está muy bien, en la continuidad, el día a día. Pero la forma de trabajar  me gusta que tenga un punto de improvisación, incluso en las composiciones, que sea como nuevo cada vez. Hay veces que me siento con muchas ganas de escribir una canción nueva, y me pongo a ello, y acaba saliendo, luego de ahí a que sea una canción entera hay un trabajo de desarrollo, a veces muy rápido y a veces súper lento, lo dejas y lo retomas después de unos meses y ya ha tomado forma.

 

¿Y en directo?

En directo durante muchos años he improvisado muchísimo, y ahora he tomado la decisión consciente de improvisar menos porque quiero tomarme en serio mis canciones, que a veces no me las he tomado muy en serio. Me está sentando muy bien, porque veo que si las cultivo, las ensayo y las tomo en serio cobran mucha más fuerza. Ahora hay menos improvisación en los conciertos pero sigue habiendo espontaneidad, no es todo igual y mecánico, no, tiene que haber espontaneidad.

  

Consultando tu web, me encuentro con una preciosa frase, “I don’t just make music I tell forgotten nevertold stories

Está relacionada con el disco anterior, que es un disco muy de ancestros, de la genética que se reproduce como una hierba mala que la cortas y vuelve a salir. Algo que todos tenemos, todos tenemos familia, un background a nuestra espalda, historias que se han quedado ahí olvidadas, justo detrás de una superficie muy fina y si te fijas un poquito las puedes intuir y sacar, y ese trabajo de investigación me gusta, indagar, escribir canciones que se acerquen a esas historias. 

 

Además, semiescondidos tras la frase, se pueden ver algunos nombres (Billie Holiday, Monk, Mingus, Satie, Louise Bourgois, William Turner, Mikhail Bulgakov..) de cantantes, compositores, pintores… ¿son una guía para acercarnos a tu música? ¿ una sugerencia de caminos que explorar?

Son los artistas que me han inspirado, he ido a un museo  y he visto algo que me ha impactado, como el trabajo de Hilma Of Klint, gente que se te quedan marcados en la mente y en el cuerpo, todos los que puedes ver en la web me han impactado de esa manera. En mi casa tengo bastantes discos pero en el fondo es una colección reducida, no puedo abarcar mucho de golpe. Voy conociendo cosas y cuando algo me impacta mucho quiero conocerlo a fondo, absorberlo, y ahí si que me pongo a investigar, cultivarlo, le dedico tiempo.

  

Volviendo al disco, la foto de portada es muy bonita, contigo en posición fetal, muy cálida, muy limpia, pero luego empiezas a fijarte en los detalles y te encuentras una pistola, cristales rotos, unas tijeras abiertas…  ¿Qué enseña y qué esconde esa portada?

Esa portada es una especie de ritual, surgió junto con el fotógrafo y Alan, mi pareja que es diseñador, fuimos al estudio compartido en el que trabaja, y allí nos encontramos una cantidad enorme de objetos interesantes. Me pidieron que me tumbase, me hicieron cerrar los ojos e iban trayendo cosas y poniéndolas a mi alrededor. Tardamos mucho, poniendo cosas, cambiándolas de sitio, hasta que logramos algo muy orgánico. Es importante el detalle que comentas de “que bonito en la superficie, que silvestre, que bella la postura fetal”, y luego te pones a mirar y hay cosas peligrosas, es un poco en esencia lo que mi música también tiene, parece muy dulce, muy bonita, pero si te pones a indagar un poco hay elementos más peligrosos.

 

Javier Burgueño

Javier Burgueño pasó su juventud en el Vallés Oriental (Barcelona) donde se inició en esto de la crítica presentando y coordinando un programa musical de la televisión de su pueblo durante la bendita locura analógica de las televisiones locales de principios de los 90 (asegura que ya no quedan copias de los programas, se encargó personalmente de ello una noche de verano). El experimento fue divertido y dejó un poso latente que volvió a aflorar con el cambio de siglo cuando empezó a colaborar asiduamente con la web del programa de radio madrileño “El otro lado del telescopio” y más tarde con www.pinypondjs.com. Ha sido colaborador de Go Mag desde el 2007 hasta su desaparición de los quioscos el pasado junio de 2013.

 

javier@blisstopic.com

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