James Vincent McMorrow
Constante exploración
Fotos directo Eric Altimis
Tras llamar la atención independiente con “Early in the morning” (Burning Rope Records, 2010) y “Post tropical” (Vagrant, 2013) y la del gran público con las inclusiones del tema “Glacier” dentro de la campaña de la lotería de Navidad del 2014 y de su versión de “Wicked games” en el tráiler de la sexta temporada de “Juego de Tronos”, James Vincent McMorrow regresó el otoño pasado con un nuevo disco, “We move” (Mahogany, 2016) en el que vuelve a dar otro golpe de timón al rumbo de su música para explorar nuevos territorios y acercarse, esta vez en compañía y siempre desde su amplia concepción del cantautor, al hip hop.
He leído que empezaste a tocar por primera vez tras escuchar "I Love You More Than You Will Ever Know”, de Donny Hathaway. ¿Es cierto? ¿Qué es lo que provocó en ti para que quisieras dedicarte al mundo de la música?
Es cierto. Desde una perspectiva de fan, ¿cómo te sentiste la primera vez que escuchaste tu canción favorita?, es una pregunta difícil, ¿verdad?. La gente me hace esta pregunta habitualmente, pero no es fácil de responder. La primera vez que escuché esa canción no pensaba en escribir música ni nada parecido, como fan era la primera vez que escuchaba a alguien que sonaba de esa forma, de esa clase de músicos que cuando los escuchas provocan una reacción en ti y hacen que tú mismo tengas ganas de ser músico, de intentar hacer lo que ellos hacen. Es como escuchar a Fiona Apple por primera vez, a D’Angelo, a Prince, o a Neil Young, son músicos que en diferentes momentos de mi vida me han provocado un gran impacto y me han hecho probar cosas nuevas, o preguntarme cómo hicieron lo que hicieron. Donny Hathaway fue uno de los primeros artistas que me impactaron de esa manera, provocando que quisiera cantar y escribir canciones.
Grabaste tu primer disco solo en una casa en la costa de Irlanda, el segundo en Texas, cerca de la frontera de México, en ambas ocasiones acompañado tan solo de unos pocos instrumentos. Con “We move” has cambiado totalmente la forma de trabajar.
Honestamente, la vida cambia y uno mejora en lo que hace, creo que es lo que ocurre en la vida. Trabajas en algo y vas mejorando, descubres nuevas cosas, adquieres confianza, algo que provoca que quieras hacer cosas nuevas … es algo perpetuo, solo porque sea bueno haciendo algo no pienso que deba continuar haciendo lo mismo, repitiéndome, eso me aburre.
Para mi las diferencias respecto a los otros dos trabajos son simplemente las circunstancias de la vida, de mi vida, he mejorado, puedo hacer más cosas y quiero hacerlas. Otras personas no, otros prefieren repetir lo que han hecho antes, cumplir con las expectativas que se han creado sobre ellos… yo no, yo quiero luchar contra esas expectativas, hacer cosas diferentes. Quiero desafiar las ideas preconcebidas sobre lo que es ser un cantautor, se tiene una idea muy concreta y lineal sobre ello, una idea en la que estoy englobado pero a la que desafío. Mis discos no suenan a disco de cantautor, que es lo que debe ser, ya que no estamos en 1965 con tan solo una guitarra en la mano, debe ser un reto, debo esforzarme. Mi trabajo es desafiar las ideas de lo que se espera de mi, desafiar las expectativas, no cumplirlas imitándome, sino desafiarlas humildemente.
Así pues, ¿cada vez que empiezas un nuevo disco partes de cero?
Al comenzar a trabajar en un nuevo álbum trazo una línea y nada pasa de un disco a otro, no traspaso ideas de un álbum al siguiente.
Por primera vez colaboras con otra gente ¿Cómo ha sido la experiencia?
Es genial, trabajar con otra gente es algo siempre había querido hacer pero nunca me había encontrado con la posibilidad de hacerlo. Anteriormente no me había podido permitir trabajar con más gente y tampoco se me daba muy bien articular mis ideas, explicárselas a otra persona. Siempre he sido muy tímido a nivel musical cuando estaba en grupo, prefería trabajar solo. Pero siempre había querido hacerlo, necesitaba que se dieran el momento y las circunstancias adecuadas y con este disco se ha dado, he podido permitirme contar con colaboradores que además son mis amigos, ellos querían trabajar conmigo tanto como yo con ellos.
Tienes fama de ser muy perfeccionista, ¿cómo has llevado lo de contar con colaboradores? ¿Se han limitado a seguir tus instrucciones o les has invitado a participar en el proceso?
Oh, sí, ellos me han ayudado mucho. Creo que mi perfeccionismo se ha focalizado más en las áreas correctas, antes focalizaba mi energía en multitud de temas diferentes, pero en este disco me he enfocado más en las ideas iniciales y en la composición. Escribí todas las partes y las grabaciones, me centré en las canciones y les pasé todas las ideas y arreglos a los chicos, centrados en la parte de la producción, y ellos se encargaron de unirlas. Sabía que volverían con algo interesante, es por eso que los escogí, así que mi perfeccionismo sigue ahí, pero centrado en temas en donde creo que puedo conseguir hacerlo mejor. Podría estar día y noche trabajando sobre el sonido y nunca llegaría a conseguir lo que hacen ellos, piensan de forma diferente a mi y se dedican a la producción, ellos nunca cantarán como yo canto pero yo nunca produciré como ellos producen, ya que esa es su especialidad, su don. Así que ellos se encargaron de la parte final de los arreglos y la producción mientras que yo me encargué de las canciones, para luego ponerlo todo en común, ordenarlo y cambiar lo que hiciera falta. Es un disco más libre que los anteriores en el sentido de que no forzamos tanto las ideas, si nos sentíamos bien con algo entonces estaba correcto, algo podía sonar extraño pero si sonaba interesante nos parecía bien, nos enfocamos sobre los temas correctos.
¿Cómo acabas trabajando con gente como Nineteen85, Frank Dukes o Be Ash?
Nineteen85 y yo somos amigos desde hace varios años, vino a verme tras un concierto en Toronto, donde él vive, y nos entendimos muy bien, me gusta mucho su trabajo, que ya conocía. Conocí a Frank a través de 85 y respecto a Ben, resulta que estábamos trabajando con gente en común, pero no lo sabíamos en ese momento. Nos hicimos amigos primero, no fue un “vamos a hacer un disco juntos”, simplemente de vez en cuando mandaba mails a mis amigos con ideas para ver que les parecían, explicándoles en lo que estaba trabajando y poco a poco fueron haciéndose una idea de lo que quería conseguir, y al final fueron los tres productores que más entendían lo que quería hacer y los que más ganas tenían de participar. Conocí a varios productores que estaban muy interesados en participar en el álbum y era en plan “esto es lo que yo hago”, y me sentía como si los fuera a acompañar en el asiento de atrás durante el proceso, mientras que con ellos fue una colaboración total, ellos se sentían cómodos conmigo ante la cantidad de ideas que yo les iba aportando y yo con ellos escogiendo y cambiando lo que creían necesario, una relación de respeto mutuo.
¿Cuáles son las principales diferencias a tu entender entre “Post tropical” y “We move”?
Para mi “Post tropical” se trata de un álbum sobre sensaciones mientras que “We move” es sobre canciones. En “Post tropical” las guitarras, la batería, las voces, todo tiene la misma importancia, pasé tanto tiempo haciendo los arreglos como escribiendo las canciones, puedes escuchar post-tropical como si fuera un álbum instrumental, mientras que para este disco he pasado mucho más tiempo escribiendo las canciones ya que de la parte de la producción se encargaban los otros, es un disco más cercano a la idea de cantautor ya que está basado en canciones, aunque se trataría más bien de la deconstrucción de la idea de cantautor supongo.
Tienes buen gusto escogiendo versiones (Chris Isaak, Steve Winwood).
Cuando empiezas te ves de alguna manera obligado a tocar versiones. Acabas de sacar un disco, diez canciones, quizás apenas cuarenta minutos, y vas a tocar en directo con lo que necesitas más material, así que has de añadir canciones, y si no tienes más tienes que hacer versiones. Con mi primer álbum hacía más porque no tenía tantos temas propios, de ahí es de donde vienen “Wicked game” y “Higher love”. Realmente ya no suelo hacer versiones, suelo tocar estas dos de vez en cuando en directo pero no me llama la atención versionar nuevos temas, con tres álbumes el público ya tiene suficiente material mío y no creo que les interese escucharme cantar canciones de otros artistas.
Tu versión de "Wicked Game" se utilizó en el trailer de la sexta temporada de Juego de Tronos, ¿cómo sucedió?
Grabé la canción hace tres años, la toqué en un concierto en Irlanda y mi ingeniero de sonido la grabó, no se ni siquiera de donde la sacaron, quizás de una edición limitada de mi primer disco o algo parecido. Conozco a alguna gente que trabaja en Game of Thrones, quizás alguien la puso en algún momento y les gustó, me mandaron un mail pidiéndome permiso para utilizarla, soy fan de la serie así que les dije que sí. No tiene mucho misterio en realidad.
Algo así siempre acaba siendo positivo.
Estas cosas son algo bueno para alguien como yo que no trabajan con sellos grandes, te va más visibilidad. Sin duda una de las razones que me han hecho venir a España varias veces y tener tanto público es la exposición de “Glacier”, una canción que probablemente no habría sonado en la radio, pero que al ser el tema de una campaña televisiva fue escuchada por millones de personas. Con “Juego de Tronos” es lo mismo, me da una visibilidad extra que normalmente no podría conseguir.
Siempre te he visto como un cantante con cierta orientación hacia el soul, pero en este álbum tiendes más hacia el hip hop.
Cierto, he pasado mucho tiempo pensando como podía unir mi pasión por el hip hop y mi pasión por escribir canciones y en este disco he encontrado la forma de hacerlo. En todas las canciones encontrarás referencias, baterías, sonidos, bases con connotaciones de hip hop.
Tu voz ha tomado más importancia dentro de las canciones.
Es la misma idea de la mejora de la que estamos hablando de nuevo, en el primer disco no era tan buen cantante, utilicé bastante reverb, y no pude hacer todo lo que quería hacer. Con el tiempo he ido mejorando, soy mejor cantante que hace cuatro o cinco años, he adquirido confianza en mi voz y en lo que puedo hacer con ella, y he conseguido hacer que sea el centro del disco.
Las letras de “We move” son tus letras más personales hasta la fecha.
Cierto, mi crecimiento como músico ha ido a la par con mi crecimiento como ser humano, mi confianza ha crecido, por lo que me siento capaz de escribir letras como las de este álbum, me siento con la confianza como para salir al escenario cada noche y explicarle al público ciertas cosas que no habría sido capaz de decir hace varios años. Es un disco más personal pero a la vez no lo es, ya que esas letras son las que me pide la música, la música me pide en este momento de mi vida ser más honesto y más franco de lo que he sido hasta ahora porque, como te he comentado antes, todo va mejorando y uno aprende de las cosas que ha hecho bien, y algo de lo que me he dado cuenta que he hecho bien es que cuando escribo canciones que realmente significan algo para mi y con las que me puedo identificar cuando las canto se comportan mejor, el público responde bien, y quería escribir un disco que fuera una completa versión de esto, del principio hasta el final. Quería que fuera franco y real.

Javier Burgueño
Javier Burgueño pasó su juventud en el Vallés Oriental (Barcelona) donde se inició en esto de la crítica presentando y coordinando un programa musical de la televisión de su pueblo durante la bendita locura analógica de las televisiones locales de principios de los 90 (asegura que ya no quedan copias de los programas, se encargó personalmente de ello una noche de verano). El experimento fue divertido y dejó un poso latente que volvió a aflorar con el cambio de siglo cuando empezó a colaborar asiduamente con la web del programa de radio madrileño “El otro lado del telescopio” y más tarde con www.pinypondjs.com. Ha sido colaborador de Go Mag desde el 2007 hasta su desaparición de los quioscos el pasado junio de 2013.