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Sorry Kate

Valió la pena la espera

 

Lidia Noguerol

 

Seguramente porqué no les esperábamos y porqué “Haven Hood” el debut de este cuarteto madrileño con nombre de disculpa habrá sorprendido a más de uno por su habilidad para combinar la electrónica con los elementos acústicos y la melodía con los beats. Guillermo Rodríguez el cerebro del grupo nos explica porqué tardó cuatro años para crear un collage sonoro de cuidadosa producción.

 

¿De dónde viene vuestro nombre?

Sorry Kate salió de un SMS mal escrito con mi hermano; se me quedó en la cabeza todo el día y visualmente me atrajo mucho. Sorry Kate se creó como respuesta a la comodidad y poca ambición que, influida por el miedo, llevaba arrastrando bajo una nube de música personalmente conservadora. Durante un verano post-operatorio, empecé a dar un cambio más consciente, a intentar tener un enfoque más libre respecto a la música. Después de probar con varias personas, a finales de 2014 nos juntamos los 4 que somos ahora ­mi hermano Roberto Rodríguez y 2 amigos Gustavo Gill y Jaime del Corro, que conocí por amigos en común– para empezar a llevar el disco al directo.

 

Comenzasteis a grabar y componer “Haven Hood” en 2012 y lo habéis publicado en 2016. ¿Cómo es que habéis tardado tanto tiempo en completar vuestro debut? Se nota que habéis puesto mucho esmero en los detalles electrónicos y la manera de combinarlos con las melodías es parte de vuestra identidad. ¿Qué pesa más el trabajo como banda o la producción?

"Haven Hood" no tenía nombre ni fecha, más bien fue un proyecto inconsciente sobre una etapa en la que quería explorar unos conceptos y sonidos mediante el uso de electrónica como herramienta base donde quería hablar sobre experiencias personales y trazarlas en una aventura evolutiva. 
La producción es un factor muy clave a día de hoy y afecta enormemente a la percepción de sonido. Con los avances tecnológicos se han logrado cambios brutales en sonido haciendo que una experiencia musical tenga mayor dinámica. El énfasis en producción es relativamente nuevo si lo comparamos con los incontables años que lleva existiendo la melodía y es extraordinario pensar lo mucho que se va a desarrollar con toda la gente que hay sacando ideas tan tremendas cada día. 

 

 

Haven Hood” ha sido grabado en una habitación. Supongo que esto os ha permitido dedicar más tiempo a trabajar en las canciones y os ha resultado más económico. Además de estas ventajas, qué más os ha aportado trabajar de esta manera y en qué se diferencia de grabar en un estudio.

Es la hostia poder hacer música en tu habitación con un portátil sin tener que depender de nada ni nadie; teniendo todo el tiempo del mundo para estar a gusto y ser completamente flexible a la hora de crear. Supongo que también habrá sido positivo hacer la mezcla en mi habitación con los monitores que uso para escuchar música; no tengo buena idea de cómo funciona un estudio porque siempre he hecho todo en casa.

 

Sois cuatro personas. ¿Cómo os habéis repartido el trabajo? ¿De que partís para crear una canción? ¿Y cómo habéis elegido los samplers que se pueden oír (los gritos, las risas, etc)?

Fue interesante (aunque muy laborioso) hacer la repartición de las partes de cada uno porque al haberse hecho el 90% del disco con el ordenador, la división de los sonidos (para meter samples, separar teclados, guitarras y baterías) ofreció una especie de deconstrucción del disco con la que poder ver otras posibilidades o, por ejemplo, de repente un elemento verlo con un nuevo carácter al singularizarlo tan claramente como una entidad propia en un pad de un sampler. Los ruidos/texturas del disco generalmente existen para ambientar y ubicar más allá de unos acordes y ayudar a contar la narrativa de las letras.

 

Aparte de los samplers y la electrónica también habéis utilizado cuerdas que contrastan con los momentos más eléctricos del disco. ¿Teníais pensado combinar momentos más tranquilos y contemplativos con momentos más bailables y coloristas o os ha salido así?

Musicalmente no había una dirección conscientemente específica sino que todo provenía de unas ganas de expresar distintas emociones de los pasados años y explorar múltiples hábitats sonoros. Quedarse en un sonido muy concreto obstruía las posibilidades de una mayor dinámica emocional para un disco que pretende ser una especie de viaje; tan simple como que un tema sin batería lo más normal es que no provoque el mismo tipo de reacción visceral que un tema plagado de percusión veloz.

 

 

¿El disco tiene una unidad temática o las canciones son independientes?

“Haven Hood” es un disco de 11 temas que recorren experiencias personales de una forma lineal, empezando por el nacimiento del personaje (y de la música) en el primer tema (“Playground”)que va creciendo y dándose cuenta de sus errores y los problemas a superar y acaba por llegar a su refugio (“Haven Hood”) en el último tema (“Treehouse”) donde recapacita y se recupera reflexionando retrospectivamente… rrrrr.

 

“Haven Hood” es un disco ecléctico donde mezcláis diferentes estilos para conseguir un collage con sonido propio. Se os ha comparado mucho con los primeros Animal Collective pero en vuestro debut también hay R&B, shoegaze, ritmos tribales y momentos ruidistas y experimentales. ¿Cuáles son vuestros grupos preferidos y cuáles os han influido más?

Ningún grupo preferido, depende de la época en la que me pille; destacaría lo último de C. Spencer Yeh“Solo Voice I-X” con el que me reí muchísimo cuando lo escuché–. Me fliparía ver a Damien Dubrovnik y Sunn O))) en directo, y que Action Bronson me cocinase algo.

 

¿Ha sido complicado encontrar la manera de llevar vuestra música al directo?

Ha sido bastante trabajo tener que cortar y dividir los sonidos de una forma en la que pudiésemos tener una buena interacción espontánea e involucrada y a partir de ahí dimos el salto a ponerlo todo junto y aprender a entendernos cada vez mejor. Hemos cambiado un poco la estructura del directo ya que ahora contamos con nuestro amigo Fadrique Kindler (con quien hice la mezcla y masterización del disco) para acompañarnos al directo como técnico y así poder sostener mejor el equilibrio deseado entre los elementos acústicos y la electrónica.

 

¿Cómo surgió la posibilidad de editar el disco con Foehn?

El verano pasado les enviamos “Haven Hood” por e-mail y al poco tiempo obtuvimos su ‘feedback’, les gustó el proyecto y desde entonces hemos estado en contacto, pudiendo llevar a cabo con su apoyo, entre otras cosas, la publicación de “Haven Hood”; estamos muy contentos de formar parte de la familia Foehn, un sello que respeto mucho por su eclecticismo. Recuerdo que un amigo mío me pasó “Todo sigue intacto” de Apeiron hace ya más de 10 años, y me flipó, pero por aquel entonces no sabía que fue editado por Foehn, ni siquiera sabía lo que era un sello discográfico.

 

Lidia Noguerol

Lídia Noguerol comparte profesión con Barbara Gordon (Batgirl). Cuando no le toca lidiar con adolescentes descarriados, borrachos y indigentes, se dedica a seleccionar música, cine, libros y cómics. Por la noche, cuando no va al cine o se queda en casa leyendo, transita autopistas y carreteras secundarias y recorre los ejes de comunicación del país, en busca de conciertos de los que hablar por la mañana siguiente en prensa local, portales culturales, blogs y prensa especializada como la extinta Go Mag. Buscando un mundo mejor, ha ido a parar a Blisstopic, un lugar tan excitante como Gotham.

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