The Moustache
Siempre están aquí
Gilberto López de Vergara y Roberto Miranda siguen siendo un secreto para muchos, pero quizás con su segundo largo como The Moustache, “The Moustache Wasn’t There”, su suerte puede cambiar sorpresivamente. Residentes en Berlín desde hace casi seis años, el dúo se ha afianzado como un grupo de electrorock que tanto se vale del inglés como del español con un único cometido: poner a bailar a todos aquellos que presumen de no tener horchata en las venas.
Su última aventura musical ha visto la luz a través del sello berlinés El Susto y cuenta con las suficientes dosis de guitarras y chatarrería electrónica como para no defraudar a los toxicómanos de ambos géneros. Aprovechando que este jueves 20 de noviembre estarán en el Heliogàbal de Barcelona y el sábado 22 en la madrileña Siroco, les hemos pasado unas cuantas preguntas para que se den a conocer y nos revelen los secretos que hay detrás de estas dos almas inquietas que, para nada, son unos novatos en esto de lo musical.
Sois un gran misterio para muchos. Por eso, volviendo al principio de todo, ¿cómo decidisteis unir vuestras fuerzas para formar la banda hace unos pocos años?
Cuando empezamos con este proyecto la formación y el planteamiento eran muy diferentes a los actuales. Éramos cuatro personas haciendo una especie de electrorock bizarro-minimalista con frontwoman incluida. Con el tiempo nos fuimos sintetizando hasta llegar al dúo que somos ahora y, curiosamente, aunque el número de componentes sea menor, la paleta instrumental que utilizamos ahora es mucho más amplia que en aquella época.
¿The Moustache es vuestra única aventura musical o con anterioridad hubo otras que preferís olvidar? De ser así, ¿el estilo musical de entonces es parecido al de ahora u os habéis transformado completamente?
Nuestros inicios con la música se remontan a la época en que nos conocimos en el colegio y empezamos a jugar con una guitarra, cajas de cartón y latas de galletas. A partir de ahí, hubo un grupo de punk, otro de pop, otros más experimentales… Seguramente arrastremos un poco de todo eso en lo que hacemos ahora.
¿Qué valoración hacéis tres años después de vuestro primer disco? ¿Cambiaríais muchas cosas de él ahora mismo si os dieran vía libre para hacerlo?
No nos gustaría actuar como George Lucas, rehaciendo sus películas de la peor de las maneras; lo único que se consigue es generar cierta acidez y cabrear al personal. Tal vez sería interesante remezclarlo con algún nuevo productor para ver cuál sería el resultado, pero realmente preferimos concentrarnos en el nuevo material antes que volver atrás.
¿Cómo creéis que ha evolucionado el dúo a lo largo de estos años, y como eso se puede comprobar en vuestro reciente “The Moustache Wasn’t There”?
Desde “Botón Elemental” hemos añadido bastantes juguetes futuristas a nuestro set instrumental y a la vez hemos sintetizado la estructura de las canciones para hacerlas más accesibles.
¿Desde hace cuánto estáis viviendo en Berlín? ¿Qué os llevó a esas frías tierras? Trabajo, amor…
Llevamos casi seis años. La idea de cambiar la escena de Madrid por la de Berlín fue algo que nos pareció lógico en un momento en que la formación se transformaba en algo totalmente diferente.
¿Cómo os trata la escena berlinesa? La capital alemana destaca por sus artistas electrónicos ante todo, pero no sé si habéis encontrado vuestro justo lugar ahí.
La verdad, para la actividad cultural y musical que existe, no se respira ninguna competitividad. Uno tiene la sensación de estar en un enorme laboratorio en el que cada uno va a lo suyo. Es una ciudad muy creativa y muy relajada al mismo tiempo.
Clasificaros es bastante complicado para los periodistas. Por ello, aprovechando que os tenemos por aquí, ¿cómo describiríais vuestro segundo disco a alguien que aún no ha tenido la oportunidad de escucharlo?
Un cuerpo orgánico compuesto de madera, metal, cables, sangre, botones y saliva.
¿Cuál es vuestra canción favorita del disco y por qué?
¡Tardaríamos un buen rato en ponernos los dos de acuerdo para responder eso!
El documental con el que habéis presentado el disco realmente es muy cachondo. ¿De quién fue la idea y por qué?
La idea del documental fue de la co-guionista, Elisa Fuenzalida, imitando ese formato de documentales rancios que echaban en el “Behind The Music” de VH1. Resultó ser algo que encajaba muy bien con un concepto que atraviesa y da nombre al disco; esa especie de autoconsciencia y casi autoparodia con el hecho de que seamos un grupo que lleva años currando sin llegar al sitio que esperaba (“The Moustache NO estuvo ahí”).
¿En qué consiste realmente El Susto? Por lo que tengo entendido es un colectivo de arte pero, ¿podéis darnos más datos acerca de lo que ahí se maquina?
Es un sello DIY que funciona como proyecto colaborativo. Un puñado de artistas autoproducidos que promueven lo que hacen bajo la marca “El Susto”. Acumulamos recursos y contactos, organizamos eventos, publicamos fanzines y nos juntamos para divertirnos y hacer un poco de ruido. También ayudamos a gente de afuera con la que tenemos afinidad a conseguir conciertos interesantes por aquí, siempre en un ámbito bastante underground.
Estos días vais a estar por Barcelona y Madrid. ¿Con qué nos vamos a encontrar en vuestros conciertos?
Con dos tipos que suenan como una banda de seis componentes.
¿Los temas en directo difieren mucho de su versión de estudio o, por el contrario, creéis que funcionan aún mejor?
Siempre nos dicen que ganamos en directo.
De cara a este 2015 que ya está al venir, ¿qué le pedís a la vida? ¿Quizás vuestro triunfo mundial?
Un robot que escriba entrevistas a la perfección.

Sergio del Amo
Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1986, Sergio del Amo es una de las últimas firmas que se ha unido a la familia Blisstopic. Apasionado de la cultura pop, la televisión más basurera y los marujeos del papel couché, una vez licenciado en Periodismo ha dejado su firma en medios como Mondo Sonoro, Neo2, H Magazine, el suplemento cultural ‘Tendències’ del diario El Mundo de Catalunya y PlayGround. Hasta que no le hagan una buena oferta en Telecinco seguirá dando guerra en la prensa musical.