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Donna-Summer  

Donna Summer

Love to love you Donna

Verve / Universal

3,4

Remixes

Eduardo Hojman

 

Cuando un proyecto falla tanto como éste cabe detenerse un momento a preguntarse si las razones de ese fracaso tan estruendoso tienen menos que ver con la calidad despareja de la ejecución que con la idea original. Más allá de lo que este disco pueda parecerles a los fundamentalistas de los remixes, la función útil de esta disciplina es, en la mayoría de los casos, adaptar a la pista de baile piezas que en su momento tenían otra audiencia. Pero resulta que probablemente haya menos canciones capaces de hacer mover los pies hasta a un paralítico que, por ejemplo, “I feel love”. ¿Entonces qué sentido tiene darle entidad de música bailable a lo que ya es la esencia misma de la música bailable? Los mezcladores de este disco (Jacques Greene, Masters at Work, Holy Ghost!, Hot Chip o Afrojack, entre otros) se enfrentan a este dilema cuasi filosófico con respuestas que no hacen más que reafirmar la inutilidad de todo el proceso: o bien acercándose mucho a la versión original, haciendo que, por así decirlo, suene mejor, limpiando por aquí o por allá o tocando un poquito las frecuencias, o bien añadiendo trucos de DJs de fiesta, como loops, repeticiones de frases de canto, rodeando de espuma sonora los golpes de batería o añadiendo efectos de película de ciencia-ficción retro. Algunos de estos efectos, como si fuera poco, suenan tan mal que parecen hechos con aplicaciones de iPhone.

 

El problema al que se enfrentan estas versiones es que terminan despojadas de toda visceralidad, de toda carnalidad, y ni siquiera los grititos paraorgásmicos que adornan la versión que hace el mismo Giorgio Moroder de “Love to love you baby” consiguen darle a este disco una sensualidad superior a la de una muñeca de goma. Por supuesto, este disco hace echar de menos de manera dolorosa los temas originales, incluso a aquellos para quienes su valor nunca fue más allá de lo anecdótico. Si el tándem Summer/Moroder llenó la música disco de sonidos que en su momento se consideraban “techno”, como opuestos a las precariedades rítmicas de lo humano, sonidos que en su repetición y en su brillante, pero finalmente superficial, precisión electrónica acompañaban la escena de hombreras y purpurina y la ciencia-ficción televisiva pop en un mensaje optimista sobre el futuro, este tremendo despropósito convierte la tecnología en una herramienta tosca y sucia. Eso sí: para bailar en noches largas y blancas, seguramente sirve. Pero si Donna Summer aunque sólo fuera daba la esperanza de que esa noche se follaría, “Love to love you Donna” sólo ofrece la promesa de una noche tan larga que anule el día.

 

Eduardo Hojman

Nació en Buenos Aires en un siglo en el que los diarios pedían las notas escritas a máquina y en hojas pautadas. La primera vez que llevó uno de sus artículos en un floppy disk sintió que el mundo había cambiado para siempre. Después de abandonar la carrera de Abogacía y de graduarse de licenciado en Ciencias de la Comunicación, colaboró en más medios gráficos de los que le gustaría acordarse. Entre ellos, los diarios Clarín, Nación, Página 12, Sur, ABC y las revistas Página 30, Cuadernos de Jazz, Jaç y Down Beat. Dirigió los programas radiales 70 Monos y Después de Hora en la Radio Municipal de Buenos Aires y Barcelona Jazz Bar en la radio Contrabanda de Barcelona. Es miembro intermitente de la Jazz Journalists Association. Trabajó como editor de ficción en Emecé Argentina y actualmente lo hace en Ediciones Urano.