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Dropkick Murphys11 short stories of pain & gloryBorn and Bred / PIAS 7,3Celtic Punk |
En su nuevo trabajo, el noveno de su trayectoria, la banda de punk de Quincy (Massachussets) sigue fiel a su estilo. Ya lo dijo su cantante Ken Casey, que su objetivo era ser los AC/DC del celtic punk. Pero esto no significa que los Dropkick Murphys –que toman su nombre de un remedio para la desintoxicación etílica y que han compartido escenario con Bruce Springsteen– se conformen. Si una canción no les convence no la graban.
La fórmula, como la del brebaje que da nombre al grupo se mantiene: El punk primerizo de los Ramones, Stiff Little Fingers, The Clash, Sex Pistols, Swingin’ Utters se mezcla con el rock irlandés de bandas como The Pogues, Greenland Whalefishers o Dubliners y las guitarras eléctricas conviven con instrumentos tradicionales como el bodhran, la gaita, la mandolina, el bouzoki o la flauta irlandesa.
El resultado: canciones épicas ideales para cantar en un campo de fútbol de coros inflamables. Los Dropkick también han sacado un single con dos canciones de “11 short stories of pain & glory” con el club de futbol de Hamburgo St. Pauli, un equipo conocido porqué su afición es mayoritariamente comunista y anarquista y porqué el club se ha declarado oficialmente anti-racista, anti-fascista, anti-sexista e anti-homófobo. O en un pub lleno a reventar, con la jarra en alto. Velocidad, melodía, épica y cierta melancolía conviven sin renunciar a la diversión típica de esas noches en las que como mínimo se termina con un diente roto.
Orgullosos de sus orígenes, de izquierdas e involucrados socialmente con su entorno –tienen una estrecha relación con los sindicatos americanos, a quienes respaldan abiertamente– algunos de las once canciones de su disco nuevo, hablan de la adicción al opio que azota la zona donde viven y que les ha tocado de cerca, ya que varios miembros de la banda han perdido familiares por sobredosis. Hablan de las consecuencias de esta droga las canciones “Paying my way” y la versión de “You’ll Never walk alone” mientras que “4-15-13” es un homenaje a las víctimas y afectados del atentado de la maratón de Boston. Con estas canciones, lejos de caer en el fatalismo la banda reivindica las ganas de vivir.
Bravo por ellos si les apetecía hacer la versión de “You’ll Never Walk Alone”, pero viendo el respeto y admiración que levantan, su implicación social y su orgullo de working class, si no la hubieran hecho, probablemente su fiel público se la hubiera cantado con el corazón en la mano y el puño en alto.

Lidia Noguerol
Lídia Noguerol comparte profesión con Barbara Gordon (Batgirl). Cuando no le toca lidiar con adolescentes descarriados, borrachos y indigentes, se dedica a seleccionar música, cine, libros y cómics. Por la noche, cuando no va al cine o se queda en casa leyendo, transita autopistas y carreteras secundarias y recorre los ejes de comunicación del país, en busca de conciertos de los que hablar por la mañana siguiente en prensa local, portales culturales, blogs y prensa especializada como la extinta Go Mag. Buscando un mundo mejor, ha ido a parar a Blisstopic, un lugar tan excitante como Gotham.