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Fatima Al QadiriBruteHyperdub 6,5Electrónica |
El segundo LP de la kuwaití residente en Estados Unidos Fatima Al Qadiri sorprende por su frugalidad. Tras el elegante “Asiatisch” (Hyperdub, 2014), que era un acercamiento a la cultura oriental totalmente imaginario, pero también absolutamente libre de clichés y lugares comunes; este “Brute” explora la represión policial, (la portada con un teletubbie con uniforme antidisturbios obra de Babak Radboy a partir de una escultura de Josh Kline, ya da una idea de por dónde van los tiros), los movimientos de protesta y la disolución de la democracia en las sociedades del primer mundo.
Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente estilístico o de sonido hay muy pocas diferencias entre ambos LPs. Del mismo modo que en “Asiatisch” esa bass music extremadamente lenta y ceremoniosa (con guiños al wonky y hasta al footwork) que se ha convertido en su seña de identidad servía de base a voces y textos en chino y otras lenguas orientales, en este “Brute” son las sirenas y advertencias policiales (“Endzone”), los speeches de las manifestaciones o las crónicas de los informativos (“Blows”) las que coronan esas bases.
Pese a que la temática podría dar pie a una descarga violenta, altisonante, a un contraste de sonidos que retratara con mayor precisión la tensión inherente a las situaciones descritas, Al Qadiri opta por una economía, una contención que redunda, a mi parecer, en una excesiva frialdad. Pese a títulos como “Breach”, “Curfew”, “Battery” (primer adelanto del LP), “Blows”, “Fragmentation” o “Power” todos ellos con significados relativos al conflicto y a la represión, la sensación que deja el LP es de calma, de recogimiento casi zen, de una radical deshumanización (quizás también descrita en una portada que pasa de divertida a inquietante observada desde ese punto de vista) lo que dificulta una conexión inmediata, a primer nivel con el mensaje a transmitir. Está claro que Al Qadiri pretende que profundicemos en el LP, que nos empapemos de sus sonidos, que reflexionemos sobre esa deshumanización que está en la génesis de muchos de esos conflictos.
En mi opinión, el envoltorio es demasiado frío y pulido para que ese mensaje se transmita con claridad. El ya conocido sample de rotura de cristales apenas aparece en “Battery”, “Blows” o en la final “Power”, construida sobre una melodía de steel drums. “Battery”, el tema más logrado, presenta una melodía ligeramente arábiga y coincide con “Blows” en un uso deliberadamente ralentizado (entre lúgubre y marcial) de esas bombásticas ráfagas de vientos que tanto éxito han dado a Hudson Mohawke en solitario y en TNGHT; en el reverso, “Oubliette” y “Aftermath” recuerdan, narcotizadas, a las cascadas de samples vocales de Oneohtrix Point Never.
Como todo arte abstracto, la música de Fatima Al Qadiri puede ser plenamente disfrutada desde un punto de vista únicamente estético, al margen del mensaje que el artista desee transmitir. Desde ese ángulo, “Brute” es un agradable, relajante y meritorio ejercicio de acercamiento a géneros bailables desde una perspectiva puramente intelectual y contemplativa, aunque dudo mucho que eso sea lo que la autora pretendía.

Half Nelson
Crítico musical que ha visto multitud de modas y estilos nacer, crecer, multiplicarse y morir desde que empezara a colaborar en Ràdio Ciutat de Badalona en 1993. Fan del jazz y del pop británico, aunque todavía impactado por el drum’n’bass, su firma se ha visto prácticamente en todas las cabeceras de prensa independiente (Mondo Sonoro, Go Mag, Rockdelux, Suite, Trax/Beat…) y radio online (ScannerFM) y por su grabadora han pasado muchos de los grandes (Costello, Lowe, Hitchcock, Mills, Craig, May, Saunderson, Gelb, Calexico, Goldie, Size, Flaming Lips, Bon Iver…). También ha contribuido con varios capítulos a “Loops” (Mondadori, 2002) y a “Teen Spirit. de viaje por el pop independiente” (Mondadori, 2004).