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Floating PointsElaeniaPluto 8,8Jazz / Electro-Jazz |
Podría resumir muy fácilmente mi opinión sobre este disco diciendo que lo único que no me gusta es el final. Después de un maravilloso crescendo jazzístico de más de cinco minutos, “Peroration Six” termina de una forma no sólo brusca, sino atropellada… como si un último momento de indecisión restara precisión al golpe para bajar el fader hasta el cero e impidiera cerrar el LP de forma aún más gloriosa.
Miento. Hay otra cosa que no me gusta: la portada. Pobre e insulsa, no hace justicia al brillante contenido del LP de debut en largo del mancuniano Samuel T. Shepherd, un disco que culmina lo mucho bueno apuntado en su última serie de maxis, donde ha venido testando algunos de los elementos que después recoge en el LP (pese a no incluir ningún tema ya editado): sobre todo el groove jazzístico y retro del teclado Rhodes en “King Bromeliad EP” (Eglo, 2014), en “Nuits Sonores / Nectarines EP” (Eglo, 2014) e incluso muy levemente en el maxi colaborativo con Maleem Mahmoud Ghania “Marhaba EP” (Eglo, 2015). El joven Shepherd ha sabido unir en este disco sus grandes pasiones y virtudes, esas que demuestra en sus largas sesiones en vinilo: su conocimiento enciclopédico del soul, el jazz y la música brasileña que le dan recursos y, sobre todo, texturas que moldea con mentalidad contemporánea.
El disco se divide claramente entre los temas, más divagantes, donde Shepherd trastea en solitario con sus sintes analógicos y los que incorporan una banda (“Silhouttes (I, II & III)”, “For Marmish” y “Peroration Six”), donde el teclado Rhodes de Shepherd dialoga con otros instrumentos (sobre todo batería y violines) en unas dinámicas fantásticas que redondean mucho mejor sus intenciones por lo que, por comparación, dejan a los temas más introspectivos a años luz, produciendo una cierta descompensación en el conjunto del LP.
La inicial “Nespole” es la más electrónica (junto a la espacial “Argenté)”: minimalista, ambiental y también levemente espacial es la intro ideal (cinco minutos crecientes, pero sin beat) para iniciar el LP y dar paso a la gran joya del álbum. La extensa “Silhouttes…”, un tema que pese a sus más de diez minutos suena ligero como una pluma. Conducido por los acordes del teclado Fender Rhodes y la batería de Tom Skinner, el glorioso desarrollo, más cinemático que jazzístico, del tema se beneficia de los violines que subrayan la bella melodía (y que en el clímax a lo largo del quinto minuto rozan lo sublime) y deja una sensación de plenitud que se lo pone muy difícil al resto de temas del álbum. Si “Silhouttes…” destaca por la belleza de violines y coros, la final “Peroration Six” apuesta por una textura que, vía Weather Report, llega a recordar a los mejores Radiohead y por una tensión creciente (fruto del intercambio del teclado con la batería de Leo Taylor) que al desaparecer tan bruscamente provoca más frustración que euforia al final del álbum.
Como decía, esos temas tan redondos perjudican, por ejemplo, al tema que da título al álbum que resulta malparado por la contraposición directa con “Silhouttes…”. Libre en su forma, de apariencia intrascendente y con pinchazos de estática, “Elaenia” sugiere un espacio íntimo (al parecer la compuso para intentar transcribir un sueño reciente), pero no llega a traspasar la frontera de lo levemente sugerido, mientras que la espacial “Argenté” y la levemente kraut “Thin Air” se quedan en agradables ejercicios de estilo, simpáticas pinceladas en un álbum que pincha en su falta de ambición global.

Half Nelson
Crítico musical que ha visto multitud de modas y estilos nacer, crecer, multiplicarse y morir desde que empezara a colaborar en Ràdio Ciutat de Badalona en 1993. Fan del jazz y del pop británico, aunque todavía impactado por el drum’n’bass, su firma se ha visto prácticamente en todas las cabeceras de prensa independiente (Mondo Sonoro, Go Mag, Rockdelux, Suite, Trax/Beat…) y radio online (ScannerFM) y por su grabadora han pasado muchos de los grandes (Costello, Lowe, Hitchcock, Mills, Craig, May, Saunderson, Gelb, Calexico, Goldie, Size, Flaming Lips, Bon Iver…). También ha contribuido con varios capítulos a “Loops” (Mondadori, 2002) y a “Teen Spirit. de viaje por el pop independiente” (Mondadori, 2004).