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I Am DiveWolvesFoehn 9Folk Electrónico |
Pablo Vinuesa
En la crítica musical siempre se ha considerado un tercer disco como “el más difícil”, por pensar que a partir del segundo esfuerzo el grupo ya se habría quedado sin material reciclable y, también debido al mayor grado de exposición mediática, por la imposibilidad de recurrir de una manera tan evidente a sus iniciales inspiradores. En el caso de I Am Dive, esta dificultad se les ha adelantado un peldaño por dos razones básicas: la primera, porque habida cuenta del asombroso número de EPs, singles y remixes que han editado desde su creación como grupo, no les ha quedado más remedio que ir componiendo casi al día; la segunda, porque su debut, “Ghostwoods” (Foehn Records, 2012), es ya un clásico contemporáneo de nuestra música de dormitorio, al menos a pequeña escala, y su nuevo disco era esperado con ansia.
La duda, entonces, era saber si I Am Dive iban a poder soportar la presión que supone que su primer largo, dos años después, siga resistiendo fuerte todavía en nuestros reproductores y en nuestros corazones… Y, ¿lo han conseguido con “Wolves”? Sí. Rotundamente, además: I Am Dive siguen siendo I Am Dive, pero han vuelto más grandes, mejores y, lo que es más importante, sin miedo. Sin miedo a dejar en un discreto segundo plano algunas de sus supuestas señas de identidad (las acústicas de Esteban, los planeadores arpegios de guitarra eléctrica de José), pero por encima de todo sin miedo de intentar acercarse a más amplias audiencias sin perder su esencia. De esta segunda cuestión serían paradigmáticos los casos de, por ejemplo, la propia “Wolves” o “The Lower You Fall”, temas con estribillos concatenados de manera casi científica para provocar la emoción y que presentan unas inflexiones vocales casi sorprendentes para el grupo que nos ocupa, pero cuya evidente condición de hit-singles potenciales no rebaja un ápice la calidad del conjunto; más bien al contrario. A pesar de haber alcanzado un grado de independencia y autogestión tal que ya hasta se graban los discos en casita, I Am Dive se han atrevido a mostrarse menos herméticos, y eso les honra.
Dicho esto, tampoco hay que esperarse una revolución absoluta en “Wolves”, por supuesto. Este disco es tan I Am Dive como cualquier material anterior e incluso hay canciones, como por ejemplo “Norman, Oklahoma”, que podrían figurar sin sobresaltos en “Ghostwoods”. Curiosamente, estos tres temas a los que nos acabamos de referir, junto con esa suerte de gospel espacial que es “Departure” son, muy probablemente, los mejores momentos en la carrera de Esteban Ruiz como vocalista, incluyendo no sólo este, sino también sus proyectos anteriores. Por su parte, la presencia continua y en primer plano de los mantos electrónicos que factura José A. Pérez es algo que el grupo deja claro desde la apertura del disco, con la gigantesca “Days Become Ages”. Y es que los ya famosos perepisms, esos detallitos de producción que beben del shoegaze, la IDM y los clicks ‘n cuts, han ido reptando desde las sombras, en sus primeros EPs, hasta el protagonismo absoluto, a estas alturas; de ahí que la densidad sonora de los temas haya subido varios enteros. Es una pretensión, además, que ya habíamos podido intuir en lanzamientos intermedios como el disco de remixes “Driftwood” (Foehn, 2013), sus propias remezclas a otras bandas o el más reciente 10” “Plane Windows” (Squaring The Circle/WeAreWolves, 2014).
La verdadera magia de I Am Dive, para resumir, es que Esteban podría editar él solo un gran disco de folk cortavenas, y la escena electrónica nacional merecería un disco de José hecho a base de maquinitas, pero su mezcla, colisión y fusión en esta extraña pero altamente productiva célula de trabajo eleva a los retoños discográficos de ambos a cotas que, por separado, les serían imposibles de alcanzar.

Pablo Vinuesa
Definido por uno de los redactores de Blisstopic, en alguna noche de copas y disparates, como un ‘hombre del Renacimiento a lo indie’, Pablo Vinuesa ha tocado casi todos los palos que existen en la santa escena musical de este país: promocionero en Green Ufos en aquella complicada época del cambio de siglo, tour manager de oscuras bandas francesas, juntaletras en publicaciones de variado pelaje como aB, Ciclo, Era, FREEk!, Mondosonoro, Ruta 66, FIBER o Go Mag, coordinador de redacción en CLONE magazine desde 2005, jefe de prensa en Territorios Sevilla desde 2008 y comunicólogo 2.0 en otros festivales de la ciudad como la Bienal de Flamenco, Mes de Danza, feMÀS o feSt desde 2010, programador eventual en ciclos de jander como Electrochock (US) e, incluso, músico slowcoreta. En definitiva, lo que viene siendo todo un intruso profesional y aun peor persona.