NBA - Semana #5
Un drama
Fotos: NBA
Los jugadores de la NBA, y los deportistas de élite en general, son unos privilegiados. Ganan millones de dólares, tienen una vida en la cual sólo deben preocuparse de estar en forma y mantener el nivel que de ellos se espera, y además son personas admiradas, aplaudidas, aunque también juega en su contra que son personajes públicos y deben tener cuidado con lo que hacen fuera de las canchas…
Mientras juegan, la mayoría son felices, el problema reside cuando se lesionan. Si son de corta duración, no da tiempo a que sea un quebradero de cabeza. Y, si son largas, hay el empeño, el esfuerzo, de al menos volver en el menor tiempo posible y, sobre todo, de estar a la misma altura que antes de caer a la lona. Muchos salen de la jaula fortalecidos, otros son conscientes de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero aún hay situaciones peores, encadenar dos lesiones de larga duración casi seguidas. Y en el grueso de esos casos, tras generar ese retorno unas grandes expectativas. No puedo evitar ponerme en la piel de esos deportistas, de personas, que por mucha fortuna que acumulen, en ese momento son mucho más desgraciadas que tú. Porque cuesta alinearse de nuevo con la ilusión, y ese trabajo diario no sabes si va a tener o no una recompensa. Empezar de nuevo de cero, o peor aún, por debajo de menos cero. Muchos de ellos necesitan de ayuda psicológica, de un entorno sereno. Es como divorciarte una primera vez de tu mujer y, si después te enamoras y sellas cualquier tipo de compromiso con otra persona, tropiezas de ese modo con la misma piedra.
“El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no se ha caído” (Víctor Frankl). Derrick Rose, el base y jugador franquicia de los Chicago Bulls, y MVP de una temporada, se ha lesionado en la otra rodilla, la que no tenía operada. La mala suerte, un guiño del destino, una paradoja sin sentido. Horas de gimnasio en solitario, y horas de estar en casa preguntándote por qué te sucede a ti y no a otro. Un enorme vacío, dentro y fuera. También en su equipo, en sus compañeros, en su entrenador, en los fans, en la ciudad, en el escaparate al mundo de una marca legendaria. Seguramente, ahora el blues que impregna esas calles suena con melodías más tristes, más melancólicas. La temporada se ha acabado para él, y también para los Chicago Bulls. Porque lo que hicieron la temporada pasada fue encomiable, un ejemplo de tesón y autoconfianza, pero me temo que no se repetirá. Si aún estuviese en la plantilla Nate Robinson igual sí, pues es un jugador que te aporta un plus de energía, de positivismo, una sonrisa que contagia a los demás. Pero, suponiendo que con la vuelta a las canchas de Rose iba a perder protagonismo, se fue a las Montañas Rocosas con los Denver Nuggets, una sorpresa hasta el momento, ya que nadie contaba con ellos, parecía un año de transición, sin una estrella clara, con el cambio de pieza en el banquillo, del asentado George Karl al principiante Brian Shaw, y ahí están dando guerra. Quizás Derrick Rose debería tomar ejemplo de Giuseppe Rossi, aquel delantero italiano de fútbol que jugó en Villarreal y que sufrió dos lesiones seguidas de nueve meses. Y ahora, tras ese vía crucis, ha resurgido, siendo aún un mejor futbolista que antes, en la Florentina. Suerte, fuerza, ánimos.
Justo la que ya parece que no necesita Kobe Bryant. Ha renovado por dos años más con Los Ángeles Lakers, y se convertirá en el jugador que ha jugado durante más años seguidos en una misma franquicia, veinte para ser exactos. Superando a John Stockton, que estuvo uno menos en Utah Jazz. Casualmente, el jugador que permitió a Kobe ganar dos anillos más cambiando la dinámica del equipo, Pau Gasol, se ha convertido esta semana en el segundo jugador europeo que más puntos ha logrado en la historia de la liga, por encima de los 15.000. Sólo le supera Dirk Nowitzki. Cuando se retire, nos daremos cuenta de verdad de su valor como deportista. Hay un dato que lo explica. Cada vez que ha faltado a su cita con la selección, no se ha logrado el oro, y ni tan siquiera se llegó a la final. Con él, tres oros (un Mundial, dos Europeos) y dos platas olímpicas. Por cierto, lo del Este es un escándalo, en esa conferencia existen únicamente dos nombres, Miami Heat e Indiana Pacers. Por no hablar del despropósito de los dos equipos de Nueva York, que curiosamente se enfrentan esta semana. Qué morbo.
El jugador de la semana: El base es un puesto muy específico; diría que, al contrario de lo que pasa con los pívots, en esta demarcación hay superpoblación, mucho talento. Así que cuesta destacar a uno. Pero, entre todos ellos, hay uno que me llama mucho la atención. Es John Wall, un jugador explosivo pero con clase, capaz de machacar el aro haciendo mates de concurso, un tipo al que divierte verle jugar al baloncesto. Y sorprendente. Los Washington Wizards lo agradecen.
El partido de la semana: New York Knicks- Brooklyn Nets (Carmelo vs. Pierce). 6-12-2013 a la 1 de la madrugada.

Toni Castarnado
Toni Castarnado es un crítico musical que escribe también de manera puntual sobre cine y, ahora, deporte en Blisstopic. Es autor de los libros “Mujer y música: 144 discos que avalan esta relación” y de su segundo volumen, “Mujeres y música: 144 discos más que avalan esta relación”.Colomense de pro y residente en el Maresme, es colaborador casi desde sus inicios en Mondo Sonoro, y en cabeceras como Ruta 66 o Rock Zone. Escribe artículos para el blog La Ruta Norteamericana de El País, y ha hecho radio en varios medios, dirigiendo el espacio “Canvi de Ritme” en COM Radio, en el cual combinaba música y deporte. Por su grabadora han pasado un gran número de artistas; entre ellos, Arcade Fire, Antony & The Johnsons, Patti Smith, Marianne Faithfull, Mötley Crüe, Rammstein, Muse, The Black Keys, Tori Amos, Frank Black, Kings Of Leon o Mavis Staples.