NBA Final 2018
La dinastía discute el reinado
Fotos: NBA
En la antesala al cuarto partido de las finales saltó el rumor; Golden State Warriors también podrían estar interesados en Lebron James. Y aunque ha habido al menos una docena de equipos a los que se ha vinculado con el Rey para la próxima campaña (algunos más inverosímiles que otros), este es el que menos encajaba. Por filosofía, por dimensión, y por no pecar de abusones (si bien a veces la avaricia rompe el saco), no estaba del todo claro que Lebron fuese la carta más propiciatoria.
En cambio, cuando hace dos veranos se tanteó a Kevin Durant para acabar fructificando en fichaje de campanillas, tenía sentido que el excelso alero ingresara en esa plantilla, en esa franquicia. Él no iba a llegar a Oakland a arrasar con todo, había una estructura de equipo, un sentido colectivo del juego, unos roles determinados, y sí, una estrella indiscutible, un tal Stephen Curry. Sin embargo, este no iba a tirar de egolatría ni de envidias, el beneficio en este caso es el conjunto y el deseo unánime de ganar y ganar. Y se ha demostrado que fue un acierto, el pegamento perfecto. Kevin Durant es el prototipo de jugador moderno, lo hace todo en la cancha y, como excepcionalidad, acepta las condiciones internas y externas.
Y como un asesino silencioso e indisimulado va haciendo historia, dos anillos en su haber, un MVP de la temporada regular y dos MVP de las finales. Seguramente, este último no le hubiese importado que lo tuviera Curry (el único trofeo importante que le falta porque cuando no estaba Durant se lo dieron al gladiador Iguodala), pero al anunciar su nombre, su gesto fue de alegría, de orgullo, y su compañero fijo que tuvo una pequeña frustración, al final y al cabo son campeones, cuanto más currículo mejor. Y más en una competición en la que priman los registros, las marcas, ser más que el otro.
Salvo el susto del primer partido de la final, con el absurdo de JR Smith, Golden State Warriors han ganado cómo y cuándo han querido, y si nada se tuerce, esto apunta a larga dinastía (llevan tres de cuatro). Todas las piezas han funcionado, Green en su papel de agitador, la labor de Thompson no tiene precio como complemento a todos, Iguodala que a pesar de las molestias sigue siendo clave por su defensa e intensidad inteligente. Y después, el hombre del que nunca se habla, el funcionario Shawn Livingston. Un jugador que sabe qué minutos juega y porqué, desempeña una función clave, cuando se sientan titulares aquello sigue como la seda, ni busca ni quiere protagonismo, simplemente que la orquesta funcione como un reloj conservando su eficacia a media distancia (y Steve Kerr desde el banquillo vigilante, sonriendo).
Para el año que viene habrá candidatos, claro que sí. Harden y sus Rockets lo seguirán intentando (falta algo pero no se sabe el qué, quizás Lebron), lo de Boston Celtics ha sido colosal, heroico. A saber qué sucederá cuando se sumen Irving y Hayward, con Brown y Tatum que apuntan a mega estrellas demostrándolo sobradamente cuando más apretaba el cinturón. Y por otro lado, tanto los Sixers (el equipo con más proyección que también aspira a contar con el elegido) y la duda de qué pasará con los Spurs y el enigma Kawhi Leonard. Por lo demás, interrogantes y misterios, un verano divertido con infinidad de movimientos, aunque ninguno tan esperado como el de un James, que posiblemente a nivel individual, haya hecho la mejor temporada de su carrera mereciendo algo más. La apuesta parecía Lakers (verle con esa camiseta sería un broche brutal), pero si la intención es añadir anillo como sea, el destino será otro. Tampoco sabemos el de Jose Manuel Calderón, quien a pesar de quedarse a las puertas de la gloria, podrá contarle a sus nietos que un día estuvo en unas finales de la mejor liga del mundo. Otro que igual podrá explicar algo así a sus descendientes es Sarunas Jasikevicius si finalmente firma con Raptors como entrenador jefe, sería una proeza. Pero tampoco nadie veía a Zalgiris Kaunas en la Final Tour, y estuvieron dando la talla. I love this game!

Toni Castarnado
Toni Castarnado es un crítico musical que escribe también de manera puntual sobre cine y, ahora, deporte en Blisstopic. Es autor de los libros “Mujer y música: 144 discos que avalan esta relación” y de su segundo volumen, “Mujeres y música: 144 discos más que avalan esta relación”.Colomense de pro y residente en el Maresme, es colaborador casi desde sus inicios en Mondo Sonoro, y en cabeceras como Ruta 66 o Rock Zone. Escribe artículos para el blog La Ruta Norteamericana de El País, y ha hecho radio en varios medios, dirigiendo el espacio “Canvi de Ritme” en COM Radio, en el cual combinaba música y deporte. Por su grabadora han pasado un gran número de artistas; entre ellos, Arcade Fire, Antony & The Johnsons, Patti Smith, Marianne Faithfull, Mötley Crüe, Rammstein, Muse, The Black Keys, Tori Amos, Frank Black, Kings Of Leon o Mavis Staples.