NBA - Diciembre 2014

La Fiesta de Mirotic

Toni Castarnado

Fotos: NBA

Formula V cantaban en su canción de 1974 “La Fiesta de Blas” sobre las copas de más que tomaban en esas citas, y seguramente Nikola Mirotic no esperaba pegarse tal atracón en la fiesta de los hermanos Gasol en el encuentro entre los Grizzlies y los Bulls. Como invitado sorpresa, y como si en la mesa de Navidad hubiese de todo para comer y beber, el montenegrino con pasaporte español se puso las botas. 27 puntos, 6 de 6 en triples, y la certeza de que él no es un rookie como cualquier otro, ni por sueldo ni por currículum. Además, ha caído en la plaza perfecta, por la historia de la franquicia de Chicago y porque allí tiene a su angel de la guarda, a Pau Gasol. Para él es una bendición.

Mirotic es listo dentro y fuera de la pista. Solamente hace falta escucharle en las entrevistas que ha dado desde que aterrizó en el país de las oportunidades, sabe para lo que ha ido, y no se irá con las manos vacías. Tiene una ocasión que ni pintada. Como siga así, ganando minutos contra todo pronostico, acoplándose a sus generosos compañeros, el debate sobre si debe ser él o Ibaka quien vista de rojo en verano se va a avivar aún más. Como el que está sobre la mesa acerca de la idoneidad de que Lebron James se haya marchado de Miami para volver a ser el hijo prodigo en Ohio. El partido del morbo el día de Navidad (este año la novedad es que en las camisetas con un bonito modelo exclusivo llevaban los nombres de pila en lugar del habitual) era el del retorno de El Rey a Florida. División de opiniones si bien hubo respeto mutuo, un video que repasó su periplo en los Heat, el abrazo sincero con Wade aunque hubiese mucha pantomima de cara al show televisivo, la distancia con Bosh porque el pívot se siente traicionado como Garnett un día lo estuvo con Ray Allen por la misma razón, y la sensación que sin Varejao lesionado en el tendón de Aquiles durante el curso restante el equipo se deshilacha –la dolorosa derrota ante los Pistons dibujó a un equipo maltrecho–. Y cuando parecía que Wade por sus problemas físicos iniciaba la cuesta abajo de su carrera, ha renacido como el Ave Fénix. Se siente de nuevo como el jefe de la manada, y si hay algo que él nunca ha rehuido es la responsabilidad, en 2006 tiró del carro y ganó su primer anillo. En resumidas cuentas, y aunque perdieran de mala manera ante los Sixers, las piezas de Deng, Granger y Williams deberían ser de buen engranaje en un equipo que debe entrar sin problemas en play-offs, y a partir de ahí y sin nada que perder, ver que sucede.

Eso sí, en la ciudad del viento tienen todo de cara para llevarse el gato al agua, Derrick Rose ha avisado que nadie puede imaginar el nivel superlativo que tendrá en dos meses (otro día hablaremos más en profundidad de la capacidad de Thibodeau para vitaminar a bases pequeños que funcionan como microondas, antes Robinson o Augustine y ahora a Aaron Brooks). Como Pau Gasol se lleve otro anillo, habrá que buscar sitio para la estatua, junto a la de Jordan a lo mejor no, pero no muy lejos. Otro hito será verle como titular en el All-Star, y a su hermano también en el de la otra Conferencia. En el primer recuento de votos estaban entre los diez elegidos. Kobe Bryant también, aunque el máximo anotador de la liga que es Harden se quede fuera. Es de suponer que ese merito sea aparte de su estatus, por ser ya el tercer máximo anotador de la historia superando a Jordan. Lo logró sin el glamour al que está acostumbrado en Los Angeles, en Minesotta y de tiro libre. Pero la marca, sea como sea, ahí está. Después reconoció que está cansado, que se tiene que regular, y el primer día que no juega, su equipo se sale, volvió el show time liderados por el díscolo Nick Young –eso sí, no tanto como Lou Williams de los Raptors que ha reconocido que tiene dos novias que van de la mano a verle jugar al pabellón, al estilo de la serie "Big Love"–. Ya hay voces discordantes por Kobe, están con el cuchillo entre los dientes, sensación de que si él fuese más generoso –incluso en sueldo– subirían todos en prestaciones. Habrá que ver cómo influye que Rondo se haya incorporado a los Mavericks en sus nuevos compañeros.

Tras recuperar a Chandler y Barea, y con el fichaje de Parsons, otra vez han puesto toda la carne en el asador para estar en la pomada en los meses de mayo y junio. Rajon Rondo es un base generoso –como aquel Kidd con el que ganaron anillo–, sino que se lo pregunten a Pierce, Garnett y Allen en Boston, pero necesita balón, lo cuál puede privar de ese privilegio a un Monta Ellis que estaba en plan de líder. A ver como le afecta. Sus vecinos en Houston también han contraatacado con el fichaje de Josh Smith, aquí hay más dudas sobre su rendimiento. Ante este panorama, donde no se toca nada es en Golden State Warriors, llegaron a empalmar dieciséis victorias seguidas y Stephen Curry está en la terna de candidatos al MVP. Quien sigue obrando un milagro y no baja la guardia en los Bucks es el citado Jason Kidd, es tan inteligente con traje como lo era con el calzón corto. Record positivo y en pole position para el play-off, se frotan los ojos en la ciudad cervecera por excelencia. En Nueva York también, pero en otro sentido. Aquello no tiene arreglo. ¿Seguro que Carmelo Anthony tomó la decisión correcta quedándose en el Madison? En cambio, el que siempre ha acertado eligiendo destino es ese eterno sexto hombre Jason Terry y su famoso avión cada vez que mete una canasta. Ya lleva más de dos mil triples en la liga, el tercero que lo consigue tras Miller y Allen. Y los que esta temporada coleccionan prorrogas una tras otra son los Spurs y en Memphis, curiosamente en un partido entre ellos llegaron a jugar hasta tres, Marc y los suyos se llevaron la victoria en el que ha sido el mejor partido de la temporada, con triple a tabla milagrosa del mediano de la saga. Que la fuerza nos acompañe.

Partido del mes: Washington Wizzards vs. Chicago Bulls. Sábado 10 de enero. Wall vs. Rose.

¿El jugador del mes? Russell Westbrook y Kevin Durant volvieron al mismo tiempo, pero en un partido en el que el MVP de la temporada pasada llevaba treinta puntos al descanso, se lesiona de nuevo el tobillo. Westbrook entonces tomó el mando, y con ese físico portentoso y el mar de dudas a su alrededor sobre la presa de decisiones en algunos instantes de partido, se resarció en el día de más focos, el de Navidad y en casa de los campeones. Una exhibición portentosa y los Thunder que van para arriba y asustan. Con Westbrook como eventual líder a la espera del retorno del jefe. Eso sí, al día siguiente hizo lo mismo pero al revés en Dallas. Con él nunca se sabe, es un riesgo. O lo tomas o lo dejas.