NBA - Semana #9

Resumiendo...

Toni Castarnado

Fotos: NBA

Dos meses de competición, cerrando el primer tramo de temporada: hora de hacer balance antes de que acabe el año. Primer paso antes de una siguiente revisión que tendrá lugar con el parón del All-Star, dentro de un mes y medio, momento en el que las posiciones estarán todavía más claras, los objetivos más definidos a partir de ese festivo evento en el cual los equipos con posibilidades de éxito se pondrán las pilas, mientras otros piensan en cómo reconducir  y salvar la papeleta.

Y como es en el Oeste donde se concentra el mayor talento, con un setenta por ciento de victorias con respecto a las que atesoran sus compañeros del Este, comenzaremos a evaluar en el territorio de los más débiles. Si bien es curioso, porque allí tanto Miami Heat como Indiana Pacers, los únicos equipos con mimbres de anillo, son precisamente los que se presentan como grandes favoritos globales. Una contradicción en sí misma. Lo del equipo de Florida es un rodillo que necesita de muy poco para ganar partidos, las piezas van engrasando y Lebron James transmite tanta seguridad que cuesta pensar en que alguien le baje del trono. Por otro lado, los Pacers son aún más fuertes, más grandes, Paul George está por fin dentro de la gran élite, han recuperado a Danny Granger, el argentino Luis Scola va a ser un bastión importante cuando llegue la hora de la verdad y, si tuviesen un base de más garantías, serían los número uno, con permiso eso sí, de esos Heat que han recuperado la mejor versión de Dwayne Wade, y con un Chris Bosh más serio y que incluso mete tiros ganadores en el último segundo en ausencia del gran jefe para ganar en la inexpugnable pista de los Portland Trail Blazers. Concretamente, el equipo que de momento ha roto esquemas; se esperaba una mejoría de ellos, pero no hasta llegar a ese nivel. Damien Lillard tenía ese aura de jugador que va para estrella, y le acompaña un tipo que ya tenía esa vitola de pívot de clase, pero le faltaba ese plus y ahora lo tiene. Se trata de Lamarcus Aldridge, un portento.

Los que también van embalados son los OKC, el equipo con mejor pinta en el Oeste. Westbrook y Durant parecen una pareja de enamorados, se llevan mejor que nunca, y eso se contagia al equipo. Ibaka cada vez hace más cosas, Reggie Jackson es el microondas que necesitaban desde que no está James Harden, y tienen a un pívot rookie y blanco con una pinta excelente. Asimismo, San Antonio Spurs sigue a lo suyo, auque han perdido en sus duelos contra los grandes, una señal extraña. Clippers y Rockets cumplen con su papel, el de equipos que están al acecho, de los Warriors se esperaba más, pero mejor no descartarlos aún. Y los Mavericks van poco a poco, sin hacer ruido, de tapados y agarrados a la última plaza que da acceso a play-offs, con un Calderón como nueva pieza de especialista en el tiro, a un nivel notable. Lo de Lakers este año puede acabar en esperpento, la lesión de Marc Gasol ha hecho trizas a sus Grizzlies, allí no suena ahora con alegría ni el “Suspicious Minds” de Elvis Presley, y los Timberwolves de Ricky Rubio dan una de cal y otra de arena. Mención aparte merecen los Phoenix Suns, de quienes hablaremos más adelante, alguien allí se debe llevar algún premio al terminar el curso, o su jefe de operaciones o su entrenador. Chapeau. Volviendo al Este, en el capítulo de desastres, los dos equipos de Nueva York, naves que se hunden día tras día, mas el infortunio de Chicago Bulls. Atlanta Hawks son igual de regulares que siempre, Detroit Pistons es uno de los equipos con mejor futuro, con una pareja interior joven que da miedo, como Toronto Raptors, liderando con balance negativo la peor división de la última década. Como cambio de ciclo, el anuncio de que tanto Washington Wizzards como Charlotte Bobcats piden permiso, y se hacen un hueco a codazos. Resaltar la labor de Boston Celtics, su reconstrucción no parece que vaya a ser tan traumática. En fin.

El jugador de la semana: Nick Young, de L.A. Lakers, más que nada por ser el único y auténtico animador en la jornada del día de Navidad. El inesperado duelo con Lebron James, el descaro, su actitud, y una racha suya en el tercer cuarto que nos recordó que allí antes había showtime casi cada noche. Quizás, la única nota positiva en esta temporada de la histórica franquicia angelina.

El partido de la semana: Charlotte Bobcats vs. Los Angeles Clippers (Walker vs. Paul).