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Borgen

Borgen

El ala oeste del eurogrupo

 

Sandra S. Lopera

 

Desde que "El ala oeste de la Casablanca" abriera las puertas a la ficción que se colaba en los pasillos del poder, han sido notables los intentos de las series por tratar los temas políticos desde las más diversas perspectivas: la comedia de "Spin City. Loca alcaldía", los enredos amorosos y el chantaje de "Scandal", el reverso perverso de Kevin Spacey con tal de mantener su estatus en "House of Cards"… todas ellas producciones norteamericanas.

 

Pero hoy vamos a mover la cabeza para mirar hacia otro lugar: Noruega, país que ha resurgido con fuerza en el panorama de las series gracias a "The Bron (El puente)", con un perfil de investigación criminal con trasfondo político muy bien dibujado. Pero hoy toca centrarse en "Borgen", una magnífica serie ambientada en los entresijos del gobierno sueco a través de la figura de Birgitte Nyborg, una mujer que consigue convertirse en primera ministra del país.

 

Borgen

 

En tres temporadas, la serie ha seguido el ascenso al poder del personaje de Nyborg, su lucha por mantener la estabilidad tanto de su país como de su partido (lo que implica continuas negociaciones y no pocos sacrificios) y por compaginar su trabajo con su vida familiar (con un marido poco comprensivo y dos hijos que reclaman más atención). Lo interesante de "Borgen" es la forma clara y directa de abordar la política en Dinamarca. El capítulo en el que Nyborg se ve presionada por la oposición para que pacte con otro partido a cambio de sacrificar a uno de sus más fieles colaboradores muestra la capacidad negociadora de la protagonista, y su guión es uno de los más afilados e implacables de la serie.

 

Como contrapunto a estos entresijos políticos aparece una cadena de televisión, y una ambiciosa periodista, que ponen en juego ese matrimonio de conveniencia formado entre políticos y medios de comunicación. Lejos de mostrar estos programas como una cueva repleta de tiburones, "Borgen" lo plantea como un mecanismo de defensa, y de propaganda, llevado por personajes humanizados (el productor de la cadena, presionado para conseguir audiencia, la documentalista, devota de su trabajo, la joven presentadora que se debate entre el éxito en el trabajo y el compromiso ético…). Ver cómo se organiza un debate televisado o sentarse a conversar con el asesor de comunicaciones de Birgitte aportan a la serie un notable interés y una refrescante visión de la política y sus juegos.

 

Borgen

 

Tras una primera temporada centrada sobre todo en los pactos y negociaciones, la segunda temporada dio paso a una Birgitte más humana y familiar, lastrada por un divorcio y por los problemas mentales de una hija adolescente incapaz de digerir todo lo que le está ocurriendo a su familia. Este cambio hizo que, tras una primera temporada netamente política, la serie entrara en una segunda temporada en el que el personaje se debilitaba. Perdía el pulso frente a sus oponentes y tenía que recomponer una familia que se deshacía. Por suerte, la tercera temporada de "Borgen" significó un resurgir en todos los sentidos. Hastiada de la falsedad de su partido, Birgitte Nyborg decide fundar su propio movimiento político partiendo desde cero, contando con algunos de sus antiguos socios y ofreciendo un puesto a la periodista que había perseguido exclusivas hasta la saciedad en las temporadas anteriores. Nyborg inicia así un nuevo camino en la política danesa que permite, en cierto sentido, reiniciar la serie tras una etapa  en la que todo parecía perdido.

 

En sólo tres temporadas, "Borgen" ha retratado los entresijos políticos sin efectismos dramáticos y sin tramas conspiratorias. Puede que "Borgen" no sea tan perversa como "House of Cards", pero es una serie inteligente y sobria donde lo importante son los personajes, peones de un juego que se reinventa a cada capítulo. Sus guiones son excelentes y, aunque la segunda temporada perdía algo de fuerza al dividir la atención entre el entorno político y el familiar, hay diálogos simplemente brillantes  a la hora de ver los preparativos de cada reunión, pacto y entrevista. Una serie que no debes perderte.

 

Sandra S. Lopera

Sandra S. Lopera (Barcelona, 1981) es periodista y crítica de cine. Actualmente colabora en diferentes publicaciones y webs como Tomacine o Dioses y monstruos. Fue directora de la sección de cine de la Guía del Ocio de Barcelona y ha escrito en medios como el diario Avui, Go Magazine o la revista Scifiworld. El primer recuerdo que tiene de su infancia es estar en el cine viendo "E.T.". Vio pasar una bici por delante de la luna y fue amor a primera vista. Desde entonces ha sido una apasionada del cine.