The KVB en Barcelona
01/04/2016, La [2], Barcelona
5,5
Lluis S Ceprian
Fotos Brais G Rouco
Para calentar motores tuvimos a Oriol Rosell vs D.Forma que se encargaron de abrir fuego en la velada musical con combustión ruidista con la excusa de presentar el 7” “Oriol Rosell vs. D.Forma” . La verdad es que se llevaron el gato al agua en cuanto a cota de bocas abiertas, que ciertamente no fue difícil si tenemos en cuenta que los teloneados ofrecieron un concierto escaso de pegada, a la misma altura –en este caso a ras de suelo– que su anterior comparecencia con motivo del Primavera Sound del año pasado.
El caso es que las expectativas para el directo de The KVB eran muchísimo más altas, y más teniendo en cuenta las circunstancias que han rodeado la grabación de su último disco, el cual ha sido grabado en los estudios de Geoff Barrow de Portishead –de hecho el álbum ha sido publicado por su sello Invada Records–, donde han podido contar con su colección de sintetizadores e instrumentos vintage. El resultado ha sido un trabajo más accesible que sus anteriores, con voces mucho más claras y distorsión más comedida. El de Barcelona fue uno de los primeros conciertos de la nueva gira, aunque con el ritmo que llevan en los últimos cinco años, con apenas pausa entre disco y gira, no puede decirse que vinieran fríos, precisamente. Abrieron con “White Walls” y si uno cerraba los ojos se imaginaba con facilidad a The Horrors sobre el escenario.
El concierto, de poco más de una hora giró alrededor de su recién estrenando, “Of Desire”, y al igual que en el disco, los temas se presentaron en directo igual de inofensivos. De hecho, temas como “A Tenuous Grasp” de su anterior “Mirror Being” contaron con mejor aceptación. Así que el concierto fue discurriendo sin pena ni gloria, con temas en monocromo y una misma fórmula de base pregrabada con bajo marcado y guitarra distorsionada planeadora que se repitió hasta el infinito. “In Deep” fue la mejor con diferencia, y fue la única que se llevó una ovación de verdad. Al final un doble bis en el que sorprendió una versión del “Sympathy for the Devil” de The Rolling Stones, con una base, eso sí, muy en la onda “Jailbird” de Primal Scream. Tras acabar el concierto, quedó la sensación de haber escuchado la misma canción once veces seguidas. Una lástima, porque el catálogo de The KVB vale mucho más que eso.

Redacción
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