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Sean Rowe en el Tunes & Roses

04/03/2015, Jamboree, Barcelona

10

 

Anabel Vélez

Fotos Javier Burgueño

 

A veces crees que has visto un concierto espectacular, de esos que te dejan con la boca abierta de par en par. Y entonces, media hora más tarde, ves uno más increíble aún que el primero. Es el caso de los dos pases que Sean Rowe dio en el ciclo Tunes & Roses del Jamboree. Si después del primer pase creíamos que habíamos visto algo grande, casi insuperable, Rowe lo bordó en el segundo pase. Apenas tres temas diferenciaron ambos conciertos. El de Troy presentaba su último disco “Madman”, un disco más movido y luminoso que su anterior joya, “The Salesman and The Shark”. La mayoría de temas que sonaron pertenecen al primero. Desde la tranquila “The Drive”, la folk “Razor of Love”, “Desiree” dedicada a un amor de instituto, “Madman” que da título a su disco, la potente “Shine My Diamond Ring”, “The Game” en el segundo pase o una impresionante y delicada “My little Man” dedicada a su hijo Jack de tres años. También recuperó un par de temas de su primer disco “Wrong Side of The Bed” y “Black Old Dogde”.

 

Es imposible no sentirse cautivado por la voz profunda de Rowe, desde las primeras notas te encoge el corazón. Escucharlo ya es un placer. Verlo actuar mucho más. Con una sala a reventar entregada al 100% gracias al carisma del propio Rowe, con sus dos guitarras o su banda como él mismo las llama. No necesita más. No sé echa de menos una banda que le respalde, Rowe engrandece las canciones con sencillez, sin artificios. La única pega que se le puede encontrar es que a veces tira demasiado de versiones, no le hacen falta, sus canciones son suficiente. Aunque el “Spoonful” de Willie Dixon fue más allá de lo espectacular. Las versiones de “The River” de Bruce Springsteen o el “Chelsea Hotel” de Leonard Cohen del primer pase no fueron demasiado acertadas. Con un “Bird on a Wire” en el segundo pase, que casi nos hace saltar la lagrimilla, borró todo rastro de queja. Cerró la noche recuperando otra vez la delicada obra maestra que es “My Little Man”, dejándonos con las emociones a flor de piel y el recuerdo de haber visto dos grandes conciertos, de esos que se graban a fuego en el recuerdo. Gracias Sean. Eres grande. 

 

Anabel Vélez

La música, el cine y los libros son sus tres grandes pasiones así que dirigió sus pasos como periodista hacia ese camino. Hace más de diez años que escribe, disfruta y vive la cultura. Por eso habrás leído sus artículos en revistas musicales como Ruta 66 y Ritmos del Mundo o cinematográficas como Cineasia. También la habrás escuchado en Ràdio Gramenet haciendo programas de cine y música en el pasado, ahora lo puedes hacer como colaboradora del programa musical El Click de Ràdio Montornès. Colabora habitualmente en páginas web como Sonicwave Magazine o Culturaca y siempre, siempre escucha música.