Damien Jurado
10/03/2014, Apolo, Barcelona
8,8
Fotos Jordi Vidal
Estamos acostumbrados a los topicazos, esos momentos en los que un artista dice “sois el mejor público que he tenido” o “vuestra ciudad es muy especial para mí”. Todos se los hemos oído más de una vez a muchos artistas, pero cuando Damien Jurado a mitad de su actuación te explica, antes de empezar a tocar “So on, Nevada”, que considera que sus mejores conciertos los ha dado en España y que cuando vuelve hacia su país siente que se lleva una parte del nuestro dentro, lo hace de una forma tan sincera y convincente que uno se lo cree sin ápice de duda.
Al poco de comenzar Jurado había comentado que tras una entrevista reciente un periodista se había quejado de que era parco en respuestas, pero que si él no sabía qué contestar no podía decir nada más que “No lo sé”. Fuese reacción o no a esas palabras, el cantante de Seattle mostró el lunes en el Apolo una faceta a la que no estábamos acostumbrados, el de artista hablador y comunicativo. A medida que, solo sobre el escenario con su guitarra, nos llevaba delicadamente de la mano con sus temas, encontraba tiempo entre ellos para explicarnos muchas cosas: la anécdota del periodista, su predilección por el país, cómo su novia y él habían ayudado a colocar parte de las sillas que llenaban la sala… y todo ello, por muy larga que fuera la anécdota (hubo un momento en el que se cortó a sí mismo diciendo “habéis pagado por escuchar mis canciones, no mis discursos”) embebido de forma natural dentro del flujo de la actuación, formando las canciones y sus comentarios parte de un hechizo global que nos llevó en volandas durante hora y media. No hay que olvidarse de Courtney Marey Andrews, telonera de Jurado, cuyo folk clásico apuntó maneras y buen gusto.
http://blisstopic.com/live/item/1605-damien-jurado-barcelona-live#sigProIdfacb4edbd9

Javier Burgueño
Javier Burgueño pasó su juventud en el Vallés Oriental (Barcelona) donde se inició en esto de la crítica presentando y coordinando un programa musical de la televisión de su pueblo durante la bendita locura analógica de las televisiones locales de principios de los 90 (asegura que ya no quedan copias de los programas, se encargó personalmente de ello una noche de verano). El experimento fue divertido y dejó un poso latente que volvió a aflorar con el cambio de siglo cuando empezó a colaborar asiduamente con la web del programa de radio madrileño “El otro lado del telescopio” y más tarde con www.pinypondjs.com. Ha sido colaborador de Go Mag desde el 2007 hasta su desaparición de los quioscos el pasado junio de 2013.