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Que levante mi mano quien crea en la telequinesisKurt VonnegutMalpaso 6,8120 págs. 18,50 €. |
Una pequeña concesión al demonio quisquilloso que llevo dentro: aunque ciertamente cómico, aunque sin duda cercano al espíritu travieso y juguetón del autor, el título de esta edición española se aleja en cuerpo y alma del original “If This Isn’t Nice, What Is?”, ese “No me digas que esto no es bonito, ¿eh?” que Alex Vonnegut solía exclamar como reconocimiento a la belleza y paz de ciertos momentos puntuales, y que su sobrino tantas veces cita a lo largo de estas páginas. Y, porque los demonios son criaturas constantemente hambrientas, remataré el pequeño pero lamentando de paso lo confuso del subtítulo: “Que levante mi mano quien crea en la telequinesis… y otros mandamientos para corromper a la juventud” alumbra un evidente error en la equiparación de categorías: la ligereza que tan bien le sienta al humor no debería traducirse en este tipo de arbitrariedades.
Dicho lo cual, el caso es que, tras tanta recuperación de cuentos inéditos del gran Kurt Vonnegut, mientras sigue costando Dios y ayuda dar con las ediciones españolas de algunas de sus obras más importantes (“Cuna de gato” y “Madre Noche”, sin ir más lejos), Malpaso nos obsequia con otro volumen tan ameno como menor, una selección de discursos, principalmente de graduación universitaria, realizada por el editor Dan Wakefield, responsable además de un texto introductorio que, sin aportar nada nuevo, tiene el encomiable acierto de perfilar biográfica y espiritualmente la figura de Vonnegut en apenas una decena de páginas.
Se trata, entrando ya en materia, de una colección de nueve piezas más un epílogo de citas (de allí procede, por cierto, el dichoso título hispano) en las que el autor de “Matadero Cinco” presenta su ideario humanista ante una audiencia de adultos (o por lo menos profesionales) inminentes. Sucede esto en colleges de la Nueva York de 1978, la Georgia de 1999, el Washington de 2004… y, aunque se percibe la voluntad del invitado de honor por no tirar con desfachatez de textos anteriores, algunas anécdotas y fijaciones –era inevitable– acaban presentándose de forma recurrente: el Sermón de la Montaña como referente ético de cabecera, la recomendación de evitar los enroques y dirigir la vida de pareja hacia la experiencia comunitaria, la vital importancia del conocimiento para escapar a las tinieblas de la existencia…
Son ideas no aptas para espíritus cínicos, que Vonnegut expone con la misma mezcla de ironía y candidez que caracteriza su obra literaria, sabedor de que su biografía se basta para justificar esa apuesta por la bondad, la risa, la paz y la belleza. Ante lo ejemplar de su actitud, pues, contagiado quizá también por la insistencia del tío Alex a la hora de disfrutar de los buenos momentos que se cruzan en nuestro camino, no importa cuán breves o sutiles, procedo a colocarle un bozal al demonio quisquilloso que llevo dentro y celebro el pequeño regreso de una de las más inolvidables voces norteamericanas del siglo XX mientras me giro hacia la galería para sugerir el preceptivo: “No me digas que esto no es bonito, ¿eh?”.

Milo J. Krmpotic’
Milo J. Krmpotic’ debe su apellido a una herencia croata, lo más parecido en términos eslavos a una tortura china. Nacido en Barcelona en 1974, ha publicado contra todo pronóstico las novelas “Sorbed mi sexo” (Caballo de Troya, 2005), “Las tres balas de Boris Bardin” (Caballo de Troya, 2010), “Historia de una gárgola” (Seix Barral, 2012) y "El murmullo" (Pez de Plata, 2014), y es autor de otras tres obras juveniles. Fue redactor jefe de la revista Qué Leer entre 2008 y 2015, y ejerce ahora como subdirector del portal Librújula. Su firma ha aparecido también en medios como Diari Avui, Fotogramas, Go Mag, EnBarcelona, las secciones literarias del Anuari de Enciclopèdia Catalana…