Monica Drake
Madre sí hay más que una
Fotos de Bellen Drake y Scott Eklund
En su libro "Amigas con hijos" ("The Stud Book"), Monica Drake desmonta la concepción de la maternidad como una actividad edulcorada y engañosa que nos afecta a las mujeres casi como un mandato divino. A través del humor negro, la ironía, el distanciamiento antropológico y una honestidad despiadadas que recuerdan mucho a Caitlin Moran y a Lorrie Moore tanto como al de la serie Portlandia, Drake analiza las diferentes modalidades de esta experiencia como los estilos de vida que implica, así como indaga en esa nebulosa galaxia de amor, odio y fraternidad masónica que es la amistad femenina. La entrevistamos con la oculta intención de que nos devele cómo funciona su bisturí de entomóloga de las relaciones.
En una de las frases más efectivas de tu libro dices que “El camino al infierno está empedrado de bebés”. Todo la novela es un desmontaje de las relaciones complejas y hasta contradictorias entre el feminismo y la maternidad ¿Qué piensas acerca del humor feminista?
¡Ja! ¡Me encanta el humor feminista! Aunque no estoy del todo segura de lo que se comprende dentro de esos parámetros. Me encanta el humor que cuestiona la forma en que vivimos, las elecciones que hace la gente, los sistemas que ponemos en marcha, como el trabajo y el dinero, que nos hacen tender a la esperanza de felicidad a través de una especie de ansiedad perpetua. No creo que los bebés sean sólo terreno de las mujeres. Los hombres están involucrados ahí, también, por supuesto. Sabemos eso, pero de alguna manera culturalmente se olvida tan pronto como se le recuerda, así cada vez.
Me parece muy interesante la distancia antropológica con que describes la maternidad. Tu libro está plagado de referencias a la etología (los comportamientos de los monos) , la entomología (el embarazo de la lombriz). El efecto humorístico de tus textos se centra en la distancia y la hipérbole científica que nos hace humanos, demasiado humanos, pero parece como si no hubiera demasiado lugar para el intimismo en tu obra. ¿Qué hay de Mónica Drake en este libro? ¿Cuáles son los elementos autobiográficos en que te has inspirado?
Como novela, es una obra de ficción, así que no hay nada de mí exactamente. Dicho esto, también yo estoy reflejada en cada personaje. Ingresé en observación animal en el zoológico de Oregon cuando tenía diecinueve años. Cuando eso terminó, cuando terminé mi investigación sobre el Elefante Asiático, su desarrollo y conducta, no volví al zoológico durante una década o más, hasta que tuve un hijo. Así que yo soy la empleada del zoológico y el visitante. Yo soy la madre, y la sin hijos. No me convertí en una madre hasta que tenía treinta y nueve años, así que tenía una buena y larga historia de la identificación como persona autónoma, sin hijos por elección. Al igual que los hombres en el libro, he trabajado en la banca hipotecaria y bebía en los bares de Portland. Escribí este libro porque estoy en conflicto acerca de cosas como la población y la tensión entre el amor de una nueva vida, un bebé, y el temor de colapso medioambiental si seguimos trayendo al planeta más humanos, todo el mundo con necesidad de agua, produciendo basura, conduciendo coches y calentando el planeta. Así que estoy en todo el libro, incluso en opiniones o visiones del mundo contradictorias . Estoy ahí. Gracias por preguntar.
Tu novela se sitúa en Portland, donde tú vives. Varias veces ridiculizas la extrema corrección política de la ciudad y hasta la llamas “Cornucopia del materialismo”. Y eso me recordó bastante a "Portlandia", la serie protagonizada por Carrie Brownstein y Fred Armisen ¿Cuáles son tus referentes humorísticos extra-literarios?
No veo "Portlandia", aunque sé que mucha gente lo hace. Siempre he preferido un humor más oscuro, y narraciones más ricas, más largas. Soy afortunada porque tengo un grupo de escritores increíble, y consigo escuchar a mis autores favoritos leer su trabajo una vez por semana, todas las semanas. Chelsea Cain es brillante. Escribe novelas de suspense llenas de detalles con sustancia, pero también es muy divertida, y eso se nota en su trabajo. Chuck Palahniuk me ha estado haciendo reír durante veinte años. Compartir el trabajo con él, en el taller, es un sueño. Lidia Yuknavitch hizo un maravilloso y loco adentramiento en el absurdo en su libro, "Dora: A Headcase". Tengo la suerte de estar rodeado de estos escritores. Otras fuentes de comedia: crecí con Monty Python, y Tina Fey es la reina de todo, por supuesto.
La amistad entre mujeres es otro de los grandes temas de tu libro, con grandes dosis de ironía y humor negro, por cierto. La relaciones entre Sarah, Georgia, Dulcet y Nyla me recuerda a la obra de Lorrie Moore, a Emily Gould y su novela debut, “Friendship” y un poco a “Girls”, salvando las distancias generacionales. ¿Cuáles son tus lecturas de referencia sobre el tema de la amistad femenina?
Buena pregunta. Más que nada, las amistades que inspiraron "Amigas con hijos" son las mías, los amigos que quiero, la gente que conozco.

Ana Llurba
Ana Llurba (Córdoba, Argentina, 1980) Vive desde el año 2008 en Barcelona, donde estudió Teoría Literaria en la UAB. Actualmente trabaja en el medio editorial, escribe sobre libros y arte en A*Desk, colabora con la sección Otras Literaturas en Otra Parte y coordina Honolulu Books.