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Andy Stott

Too Many Voices

Modern Love

8,5

Electrónica

Manu González

 

Puede que Andy Stott no vuelva a entregar otra obra maestra como "Luxury Problems" (Modern Love, 2012), pero, francamente, nos da igual. Mientras continúe avanzando en su sonido y regalándonos obras tan bellas e inspiradoras como este “Too Many Voices” siempre tendrá a alguien como yo aplaudiendo con las orejas todas sus decisiones. El camino errático iniciado con “Faith in Strangers”, en el que que comenzó a acercarse a texturas vocales de gente como Dead Can Dance o Cocteau Twins (gracias a la voz de su ya inseparable Alison Skidmore), encuentra aquí toda su razón de ser al quitar esas capas de drones industriales que le acercaban a proyectos como Demdike Stare y airear un poco la habitación donde guarda sus cacharros. Sí, existe luz en la vida de este mancuniano (aunque también hay momento post-industriales de trazo grueso como en “Selfish”) que va camino de convertirse en uno de los nombres imprescindibles de la nueva electrónica inglesa.

 

 

Tras un comienzo que te deja bastante con el pie descolocado, a medio camino entre el ambient más ochentero, cuesta darse cuenta que todas las pistas sonoras son voces sintetizadas cuando estás esperando ese aluvión de subgraves que ha caracterizado la carrera de Andy Stott desde los EPs "Passed me by" (Modern Love, 2011) y "We stay together" (Modern Love, 2011). ¿Comienza aquí esa “demasiado voces” del título? Seguramente. Pero lo que viene a continuación es crema sonora: “Butterflies”, a medio camino entre el dub-techno, una canción de future soul o un experimento pop de dubstep. Comenzamos a apreciar que Stott ha cogido los temas más vocales de “Faith in Strangers” y les ha dado una vuelta. Sí, son más luminosos, pero también son tristes y tremendamente urbanos. Ese toque de suciedad callejera que el compositor de “Luxury Problems” no ha perdido. El bajo aparece en “New Romantics”, pero es más tribal, aunque igual de amenazante en un tema por el que Madonna hubiera dado medio bazo en la década de los noventa. “First Night” es puro Detroit meets Bristol meets Kingston, como si encerrasen en un estudio a Kenny Larkin, Mount Kimbie y a Deepchord. “Forgotten” es uno de los puntos álgidos del disco, más abstracto que “Butterflies”, pero que funciona en todas sus variantes, desde la voz de Alison, pasando por ese loop penetrante y ruidoso que aparece y desaparece a lo largo del tema. “Oh my Mind” recoge parte de la esencia del techno-dub de Stott antes que conociera los drones industriales. Y la verdad es que le sale uno de sus mejores composiciones gracias a esos arpegios de sintetizador tan ochentero y electro. “Over” es uno de los temas más experimentales de “Too Many Voices” y uno de los más dubbies de toda esta colección. El álbum acaba con el tema más Dead Can Dance, que le da título al disco. Una canción que, como el primero, sólo está compuesto de samplers vocales sintetizados. En “Too Many Voices” podemos encontrar de manera perfectamente integrada casi todos los gustos musicales de Andy Stott: desde el synth-pop, pasando por el techno-dub, el drone-dub de sus trabajos anteriores, ese dubstep urbano o el ambient más cercano a los ochenta (también hay ecos de esas raves que enamoraron a Stott en la década de los noventa), pero también tenemos la certeza de estar ante un trabajo que podría abrir el universo sonoro de Andy Stott a otros oyentes que hubieran huido despavoridos por los subgraves mortales de obras anteriores.

 

Manu González

Hizo su primer trabajo periodístico entrevistando a Derrick May por fax en 1995 para la desaparecida revista aB. Desde entonces, este natural de Hospitalet de Llobregat (1974) ha colaborado en publicaciones como Qué Leer (donde se encarga de la sección de cómic), Guía del Ocio BCN, Playground Mag, Revista Trama, EnBarcelona Magazine, Terra Gum, Hoy Empieza Todo (RNE 3), Agenda San Miguel o los catálogos del Festival Sónar 1997 y el Festival Doctor Music 1998. Experto en cómic y literatura fantástica, ha colaborado con editoriales como RBA, Random House Mondadori y Círculo de Lectores. Pero sobre todo es conocido por haber sido el Jefe de redacción de la revista Go Mag desde mayo de 2001 hasta su último número en junio de 2013.

manu@blisstopic.com