Menu
lauramarlingshortmovie01  

Laura Marling

Short movie

Caroline / Music As Usual

8,7

Folk

Albert Fernández 

 

 

Sé que a nadie le importa, pero descubrí a Laura Marling hace algún tiempo ya, a través de su impactante intervención en aquel super-single de Mystery Jets, "Young love". Su aparición en el divertido vídeo de los británicos provocó enamoramientos en masa, pero en aquel momento, hace ya más de un lustro (uf), ninguno teníamos todavía una sola pista de quién era esa chica de pelo decolorado que acompañaba a la banda de Eel Pie Island, los hipsters del momento. Una cantante capaz de provocar comentarios tan acalorados en Youtube como éste del 'amigo' ezekiel cruzque puede verse a pie de vídeo: "That "reproduced" stare of Laura Marling is enough motive to make you wanna leave your wife".

 

La voz. Más allá de su cándida estampa, la voz de Marling era algo más allá de lo común, de esos terciopelos que escuchas una vez y no te sacas de la cabeza, y te piden volver a escuchar esos versos en modo repeat. Pronto descubrimos su hermoso debut, cuyo título todavía me enternece, "Alas I cannot swim" (Virgin, 08), y nos dimos cuenta definitivamente de que estábamos ante algo más que una chica con una guitarra, un hilo de voz y un aliento de folk cándido.

 

Desde entonces, esta joven cantautora de Eversley ha discurrido por su particular río musical, a veces recostada en las orillas, a veces justo en medio del cauce, hasta llegar a un punto de colapso, que le hizo pensar hace un par de años en apartarse de la música. A saber qué habrá vivido esta chica de corazón ingenuo y talento gigante, que prendió la luz de astro tan joven y anticipadamente como para dar con los sinsabores de la industria, el entorno y los sentimientos antes siquiera de cumplir veinticinco.   

 

Sea como sea, Laura Marling ha crecido en cuerpo y alma, y "Short movie" es la maravillosa demostración sonora de que la artista, evadida a EEUU y simbólicamente despojada de su melena, ha recogido lo que debía en su tránsito personal, ha aprendido en el camino, y ha vuelto la mirada a sus canciones, con un nuevo ánimo, valiente y confiado. Estas composiciones despliegan cierto aire arisco, de desaire al vuelo; la voz de Marling suena más aguerrida y poderosa que nunca, y todo lo que la envuelve se ha hecho grande,  el cuerpo instrumental ha crecido hasta volverse imponente, y las guitarras eléctricas rasguean el aire como permanente demostración de que Laura ya no solo acaricia, sino que ha venido a arañar. 

 

 

 

 
 


El aire crepuscular de "Warrior", con sus acordes crepusculares invadiéndonos como el rumor de un trote de regreso, sol cayendo a la espalda, es algo así como la confesión última de una luchadora desengañada de todo. Marling se siente un caballo salvaje y dolido, un caballo sin nombre, dice, y cuando musita el estribillo, 'I can't be your horse anymore', casi parece que quiera que confundamos 'horse' por 'whore'

 

Afilada a la enésima, "False hope" crece con una determinación fabulosa, entre aullidos, freseos rotos y guitarras reverberantes, que marcan una pauta de avance hacia otra tierra prometida, el gran océano nunca visto donde desembocan todos los pequeños ríos. Los espejos de voces en la crecida de esta canción, y las imbricaciones rítmicas y melódicas, encogen el alma del más distraído. 

 

Y suena "Feel your love", trémula y trascendente, y ya no hay que darle más vueltas, porque es evidente. Está todo aquí. Laura Marling ha regresado con el manto de los grandes, y en su quinto disco congrega sin rubor a Nick Drake, a Joni MitchellDylanSuzanne VegaP.J. Harvey e incluso a la Velvet en cortes como "Don't let me bring you me down" o "Howl". Ella tensa la cuerda o la deja arrastrarse, a su antojo. Solo podemos agarrarnos y dejarnos llevar, porque Laura está al mando, y su estampida es un puñetero placer. 

  

 
 
La forma en que "Walk alone" recoge sus punteos sobre las notas de voz más álgidas y hermosas, y como circula de una entonación a la siguiente, es sencillamente encantadora. Imposible resistirse. De la misma manera, "Gurdjieff's Daughter" nos doblega por sus cadencias ensimismadas y fronterizas, con un leve aire Dire Straits en ciertos cambios y tramos de guitarra.
 
 
"Short movie", la canción, crece como un manantial y se encrespa como un remolino gigantesco de nubes y tempestades que cae sobre un valle y arrasa las plantas secas, arranca de cuajo las malas hierbas y riega el terreno para que algo nuevo vuelva a crecer. Porque justo eso es el nuevo disco de Laura Marling: una deforestación que abrasa la tierra, pero al tiempo la prepara para que el verdor vuelva a brotar. Y brota. Y crece. 
  
 
 

Albert Fernández

En el desorden de los años, Albert Fernández ha escrito renglones torcidos en publicaciones como Mondo Sonoro, Guía del Ocio o Go Mag, tiempo en el que ha tenido oportunidad de ir de tapas con Frank Black o escuchar a Patrick Wolf bostezar por teléfono. Además, ha sido jefe de redacción de las secciones culturales de H Magazine, y ha aportado imaginación tras los micrófonos de Onda Cero, Cadena Ser y Scanner FM, donde facturó la sitcom musical de creación propia “2 Rooms”. Aunque sabe que no hay lugar mejor que aquel de donde viene, a Albert no le hubiera importado nacer en Gotham City o en el planeta Dagobah. Con tendencia a la hipérbole y a la imaginación desatada, Albert sigue buscando el acorde que dé la vuelta a sus días.

Lee lo útimo de Albert clicando aquí

albert@blisstopic.com