![]() |
Nine Inch NailsHesitation marksColumbia / SonyBMG 7,2Emo Industrial |
Un epiléptico videoclip firmado por David Lynch, esa portada múltiple a cargo de Russell Mills y el apoyo promocional de una multinacional como Columbia dejan a las claras que Trent Reznor ha querido regresar por todo lo alto justo cuando se encuentra a un salivazo de distancia de cumplir sus Bodas de Plata en el mundillo discográfico y su Magnum opus, “The Downward Spiral”, se acerca ya a los veinte años de intensa, brutal existencia. Tal trasfondo cronológico, vaya por delante, no se nos antoja baladí. “Hesitation marks”, se ha explicado hasta la saciedad pero lo repetiremos aquí por si andaban distraídos, son las heridas menores que el suicida en potencia se inflige cuando no acaba de encontrar el método (o la desesperación) que lo conduzcan al corte profundo y definitivo.
De manera paralela, “Hesitation marks” exhibe en su inicio una navaja de lo más afilada (excitante e intachable la progresión que conforman el prólogo “The eater of dreams” y las sucesivas “Copy of A” y “Came back haunted”), pero insiste a partir de entonces en alternar incisiones en falso (ni “Find my way” ni “I would for you” son “Hurt” pero hubieran funcionado mejor como punto final al disco, mientras que “Disappointed”, “Everything” y “Satellite”, por muy juguetonas que resulten las dos últimas, son claramente temas menores) con tajos de verdadera enjundia (“All time low”, “Various methods of escape”, “In two”, “While I’m still here”). Flirtea con ello pero no entra jamás a matar, pues, el que algunos califican, con cierta ironía, de “disco optimista” de Nine Inch Nails. Será que la edad atempera todas las rabias y todos los odios, incluso el que uno siente hacia sí mismo. Será que no se obtienen los mismos resultados tras colaborar con Stephen Perkins, Chris Vrenna o incluso Robin Finck que haciéndolo con Lindsey Buckingham (¿?). Pero… ¿cómo demonios culpar a Reznor de rozar ya la cincuentena?

Milo J. Krmpotic’
Milo J. Krmpotic’ debe su apellido a una herencia croata, lo más parecido en términos eslavos a una tortura china. Nacido en Barcelona en 1974, ha publicado contra todo pronóstico las novelas “Sorbed mi sexo” (Caballo de Troya, 2005), “Las tres balas de Boris Bardin” (Caballo de Troya, 2010), “Historia de una gárgola” (Seix Barral, 2012) y "El murmullo" (Pez de Plata, 2014), y es autor de otras tres obras juveniles. Fue redactor jefe de la revista Qué Leer entre 2008 y 2015, y ejerce ahora como subdirector del portal Librújula. Su firma ha aparecido también en medios como Diari Avui, Fotogramas, Go Mag, EnBarcelona, las secciones literarias del Anuari de Enciclopèdia Catalana…