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KT-Square  

Kate Tempest

Everybody Down

Big Dada

7,4

Grime

Víctor Cañameras

 

 

Por si no la conoces Kate Tempest es la nueva revelación en la escena rap londinense. Curtida en sus años de adolescencia en sesiones de “open mic” prefirió destinar todo ese talento literario en libretos de poemas y obras teatrales de pequeño formato. Es en su faceta como poetisa con la que empieza a granjearse el aplauso de la crítica, que la acaba haciendo merecedora en 2012 de uno de los galardones para poesía más importantes de Inglaterra, el Ted Hughes por la interpretación de su pieza “Brand New Ancients”, al mismo tiempo que musicaliza esos poemas con su banda “Sound of Rum”. Convertida ya en sensación en el mundo literario de la rima, ahora Kate se prepara para debutar con su primera novela, “The Bricks That Built the House”, que será editada el año que viene por Bloomsbury, y para introducirnos el argumento y sus personajes hace uso de sus aptitudes musicales e inicia así su carrera discográfica en solitario como intérprete más allá de las performances poéticas con este “Everybody Down”.

 

Respaldada por Dan Carey (productor de Bat for Lashes o Franz Ferdinand) da rienda suelta a su vena grime por la vertiente más seca, con fraseos largos que inciden en el angst de una sociedad británica desesperanzada, al tiempo que nos presenta unos caracteres dominados por códigos de comportamiento heredados de unos mass media cada vez más alienantes y que utiliza para describir las relaciones entre un grupo provenientes de clase media-baja, que se debate entre la necesidad de escapar de ese materialismo absurdo e ir más allá en sus relaciones tanto interpersonales como familiares, con una historia de amor como asunto principal. En contra de lo que pudiera parecer la joven autora se desmarca de hacer cualquier crítica de tipo político y se limita a narrar los acontecimientos a lo largo de las doce piezas contenidas en el álbum (una por capítulo, en principio) que se sirven de beats que beben desde la world music hasta de sonidos industriales, que en ocasiones si son adecuados a su voz (“The Heist”) y en otras como las postreras “Circles” o “A Hammer” la sepultan innecesariamente. Con todo este “Everybody Down” se plantea vibrante y dinámico, con una trama interesante que confluye con todos los protagonistas siendo partícipes del tema final, pero con un flow que se hace demasiado repetitivo sin la chispa genial del primer Mike Skinner, un referente nada disimulado.