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Otis-Rush  

Otis Rush

I’m Satisfied. The 1956-1962 Cobra, Chess & Duke Sides

Soul Jam

7

 

Blues

 

Eduardo Hojman

 

Zurdo que, como posteriormente hiciera, entre otros guitarristas notables, Jimi Hendrix, tocaba su instrumento al revés (es decir, con la cuerda aguda en la parte superior), Otis Rush es uno de los máximos representantes del blues urbano de Chicago de la década del 50, y esta abundante compilación es, como poco, un buen ejemplo de todo lo que podía dar. Su manera de tocar la guitarra, ríspida y dura, con tonos menores que no por ello dejaban de cargar un impacto notable, influyeron más tarde a intérpretes tan deudores del rhythm & blues negro como Eric Clapton y Jimmy Page. Este disco incluye "I Can’t Quit You Baby", compuesta por su bajista Willie Dixon, su interpretación más famosa, hasta que la versión de Led Zeppelin la hundió en el olvido. Hay, también, varias tomas alternativas de sonido pobre que sirven, también, para escucharlo fuera de las restricciones de los singles.

 

El problema principal de esta compilación es la tremenda sensación de caos que deja la selección. Ordenadas con un criterio escamoteado, los temas saltan de sesión en sesión y, si en algunos casos suenan con la suficiente claridad como para distinguir quién hace qué, en otros, la voz de Rush, por lo general siempre al borde del grito, satura el sonido y tapa todo lo demás. Aun así, esa rugosidad sonora tiene, por momentos, su encanto, puesto que se conjuga bastante bien con unos arreglos siempre al borde de la ruptura, en especial cuando nos encontramos con los potentes saxos de Eddie Jones, Carlson Oliver y Jackie Breston. Los tres, junto con la guitarra de Rush, son una aplanadora que no perdona nada, ni siquiera a la guitarra de Ike Turner o al bajo de Dixon. Los temas son fuertes, incluso los lentos, potentes, airados, como queriendo compensar con fuerza bruta la sutileza de los tonos menores. Hay algunas interesantes excepciones; entre ellas, el alegre y ligero blues "Violent Love", cuya soltura y casi displicencia proveen un contraste divertido con la violencia de la letra.

 

Eduardo Hojman

Nació en Buenos Aires en un siglo en el que los diarios pedían las notas escritas a máquina y en hojas pautadas. La primera vez que llevó uno de sus artículos en un floppy disk sintió que el mundo había cambiado para siempre. Después de abandonar la carrera de Abogacía y de graduarse de licenciado en Ciencias de la Comunicación, colaboró en más medios gráficos de los que le gustaría acordarse. Entre ellos, los diarios Clarín, Nación, Página 12, Sur, ABC y las revistas Página 30, Cuadernos de Jazz, Jaç y Down Beat. Dirigió los programas radiales 70 Monos y Después de Hora en la Radio Municipal de Buenos Aires y Barcelona Jazz Bar en la radio Contrabanda de Barcelona. Es miembro intermitente de la Jazz Journalists Association. Trabajó como editor de ficción en Emecé Argentina y actualmente lo hace en Ediciones Urano.