La Liga - Jornada 33
Si fantasía, fantasía; ¿que solvencia?, pues también...
Texto de Milo J. Krmpotic'
Fotos LFP / Vídeos de Canal +
RCD Espanyol 0 – FC Barcelona 2
(Neymar 17’, Messi 25’)
1) Dentro de cierta tendencia barcelonista a mostrar dos caras durante un único encuentro, Cornellà testimonió la variante más atractiva para los intereses azulgranas: ambas fueron positivas. Durante el primer tiempo hubo juego y lo hubo bueno, por momentos exquisito. Y, cuando las cosas se torcieron, hubo también madera para gestionarlas.
2) Si Messi se encumbró como falso 9 de la mano de Guardiola y en detrimento de cuanto verdadero 9 pasaba por el equipo, su puntual reconversión a falso 6 alumbra momentos pletóricos gracias a la inteligencia de Suárez. En el 0-1, el argentino cruzó para la carrera de Alba, este centró de primeras y el uruguayo descolocó a tres defensas y portero dejando pasar un balón que se antojaba franco y que Neymar, en efecto, no tuvo más que empujar a la red.
3) Nada frustra tanto una presión defensiva como el primer toque, nada aproxima tanto al gol como el primer toque. Tras caer al lateral derecho de su ataque, Suárez buscó a Iniesta y este le devolvió un pase que, dueño de esa virtud, descolocó a toda la zaga españolista… y al juez de línea, ya que pudo haber fuera de juego del uruguayo. En cualquier caso, sin defensas ni banderín, el uruguayo cruzó para la llegada de Messi, que definió bajo el cuerpo de Casilla.
4) Circunstancia en absoluto evidente ni desdeñable, pues Casilla sabe bien cómo utilizar su físico para cerrar los ángulos, tal y como pudo comprobar el ataque barcelonista en otras tres ocasiones claras a lo largo de un primer tiempo donde el Espanyol fue espectador de lujo de la superioridad de los de Luis Enrique.
5) No se había mostrado blando el equipo de casa, pero tampoco estaba siendo la suya una actitud de derbi. Y eso debió de reclamar Sergio González durante el descanso, pues en la reanudación se multiplicaron los agarrones, los encontronazos, el número de faltas en el casillero local…
6) En esas, Jordi Alba celebró un error de Mateu Lahoz en la señalización de un saque de esquina alejando la pelota por enésima vez, en esta ocasión de malas maneras. Y el colegiado, de gustos recios cuando el balón está en juego pero espíritu delicado a la que este se detiene, le mostró una amarilla. Cuando el lateral insistió en equivocarse con algún comentario fuera de lugar, a Mateu se le subieron los colores al punto de esgrimir una nueva amonestación, ahora roja directa, que dejó al Barça en inferioridad para los cuarenta minutos que restaban.
7) Podía ser el momento de Sergio García y Stuani, sustituto de Caicedo, dos tipos forjados en la táctica de guerrillas, especialistas en abrir vías de agua que acaben generando auténticos boquetes en la defensa rival. Pero Mascherano se arremangó la camiseta, Claudio Bravo se puso la gorra de ingeniero jefe y entre ambos taparon los orificios que se derivaban de la ausencia de Rafinha, víctima colateral de la expulsión al tener que dejar su puesto a Mathieu.
8) Suárez siguió a lo suyo con una asistencia que Neymar, pese a lo ascendente de su desempeño, desaprovechó a portería vacía. Pero el tercer paso adelante lo dio Messi, un imán para el balón en los minutos que aún tardaron Rakitic y Xavi (en su partido quinientos de Liga) a la hora de saltar al césped.
9) Y aún coleccionó un nuevo expulsado este encuentro sin una sola entrada tirando a fea: Héctor Moreno, receptor de dos amarillas por reclamar una falta de Alves que sí existió. Lo dicho: Mateu Lahoz alterna el gesto de gladiador con las reacciones de una damisela decimonónica.
10) Y así, con tanto arte como oficio, el Barça frustró el tercer gran objetivo anual del Espanyol tras la permanencia y la clasificación europea: arrebatarle el título a sus vecinos. Quedan otros cinco equipos dispuestos a intentarlo.

Milo J. Krmpotic’
Milo J. Krmpotic’ debe su apellido a una herencia croata, lo más parecido en términos eslavos a una tortura china. Nacido en Barcelona en 1974, ha publicado contra todo pronóstico las novelas “Sorbed mi sexo” (Caballo de Troya, 2005), “Las tres balas de Boris Bardin” (Caballo de Troya, 2010), “Historia de una gárgola” (Seix Barral, 2012) y "El murmullo" (Pez de Plata, 2014), y es autor de otras tres obras juveniles. Fue redactor jefe de la revista Qué Leer entre 2008 y 2015, y ejerce ahora como subdirector del portal Librújula. Su firma ha aparecido también en medios como Diari Avui, Fotogramas, Go Mag, EnBarcelona, las secciones literarias del Anuari de Enciclopèdia Catalana…