FC Barcelona 7 -
CA Osasuna 0
INTERLUDIO PRIMAVERAL
Fotos LFP
1) Lo de este Barça es puro cambio climático: tras firmar su actuación más invernal en años, tardó apenas cuatro días en ofrecer algún brote verde (europeo, es cierto) y otros cuatro en pasar a desmelenarse con un luminoso 7-0, el segundo de la temporada. Pero las dinámicas estacionales, por brevísimas, jamás llegan a establecerse; da la impresión de que, más que fruto de una buena dirección, es el más puro azar lo que dictamina que un día salga cruz y, al siguiente, cara. Al punto que, si pasado mañana tuviera que volver a enfrentarse a Osasuna en El Sadar, servidor no sólo no apostaría por la goleada, sino que tendría serias dudas acerca de la victoria misma.
2) Tal planteamiento, cabe reconocerlo, tiene su trampa. Porque la defensa rojilla, física y rectilínea, facilita el enroque en terrenos íntimos como el que le sirve de hogar, pero sufre estrepitosamente en los grandes espacios de un Camp Nou. Y, si se encuentra con un Barça inspirado en el juego corto (pero también en otras lides generalmente más ajenas a su desempeño, como el disparo desde fuera del área), puede perfectamente dejar una imagen de lentitud y confusión coronada con un carro de goles. Sin ánimo de cargar las tintas, añadiré que el hecho de que no respondiera a la debacle con una sola mala falta otorga al once navarro una aureola de honorabilidad, pero dice bastante acerca del ánimo competitivo con el que se presentó en Barcelona.
3) Los primeros dos lanzamientos de esquina fueron suyos, sí. E incluso comenzó cantando un gol de Oriol Riera, correctamente anulado por fuera de juego. Pero nada más se supo del equipo visitante durante el resto del partido, si tenemos en cuenta que su otra gran oportunidad, ya avanzada la segunda parte, fue fruto del único error de Bartra, a quien se le atragantó un centro largo al intentar gestionar la llegada del balón de espaldas a él. Por el contrario, a la que el Barça se aposentó en la frontal del área rival, comenzó el espectáculo. Y tanto dio que Busquets permaneciera tan desaparecido como cierto avión malayo.
4) Con Pedro y Alexis sanamente participativos, alternando las llegadas en profundidad de Alves y Jordi Alba (lo cual presenta la virtud de no limitar el riesgo defensivo a una sola banda), Messi, Iniesta y Xavi se pusieron el babero dispuestos a disfrutar del festín. Y Baco esta tarde se hallaba de su parte. Porque prácticamente como propio del fútbol sala habría que definir su festival de triangulaciones, sustentadas en la movilidad y dueñas de los más exquisitos detalles estéticos (a menudo, para colmo, necesarios): taconazos, dejadas sutiles con el exterior y una variedad de suertes híbridas entre la “croqueta” y la “ruleta” para las que ahora mismo no encuentro denominación.
5) Y los goles fueron cayendo, para mortificación de un Lotiès superadísimo en el área pequeña: allí marcaron Messi y Alexis, avanzándose una décima de segundo al central francés. Y ahí repetiría el argentino dos veces más durante la segunda parte, antes de regalar el séptimo tanto a Pedro. Las dianas de Iniesta y Tello, en cambio, llegaron desde la media distancia, la primera con un disparo seco que voló a media altura hasta el palo largo y la segunda, merced a una rosca que fue sorteando defensores ante la mirada incrédula de Andrés Fernández, vendido casi siempre, responsable de dos o tres paradas cuyo mérito difícilmente endulzará el siete que acabó vistiendo.
6) Todo despejado, pues, para un Clásico que o bien volverá a comprimir la Liga o limitará el grupo de aspirantes a los dos principales equipos de Madrid. Neymar, a todo ello, chupó banquillo los noventa minutos, acabó luciendo una cara de póquer traicionada por lo que podría ser una sonrisa de rabia. Salvo que mediara problema físico, era una tarde la mar de propicia para que jugara, marcara y fuera saliendo de la espiral obsesiva en la que parece sumido. Ahora bien, ¿qué habrá buscado el “Tata” con su suplencia y la de Cesc? ¿Visitará Madrid con el Barça orgánico de hoy o buscará un mayor desequilibrio (ajeno, también propio) incluyendo al brasileño? La respuesta, tan impredecible como la primavera misma, el domingo a las nueve en el Santiago Bernabéu.
FC Barcelona 7 – CA Osasuna 0
(Messi 18’, Alexis 22’, Iniesta 34’, Messi 63’, Tello 78’, Messi 88’, Pedro 91’)
Camp Nou (Barcelona) 16/03/14
Público: 71.764 espectadores
Árbitro: J.A. Teixeira Vitienes
FC Barcelona: Valdés, Alves, Bartra, Mascherano (min. 82 Adriano), Alba, Busquets, Xavi (min. 62 Song), Iniesta, Alexis (min. 77 Tello), Pedro, Messi.
Entrenador: Gerardo “Tata” Martino.
CA Osasuna: Andrés, Oier, Loties, Arribas, Damiá, Cejudo, Raoul Loé, Silva, Armenteros (min. 62 Cristian), Roberto Torres (min. 70 Puñal), Oriol Riera (min. 84 Acuña).
Entrenador: Javi Gracia.

Milo J. Krmpotic’
Milo J. Krmpotic’ debe su apellido a una herencia croata, lo más parecido en términos eslavos a una tortura china. Nacido en Barcelona en 1974, ha publicado contra todo pronóstico las novelas “Sorbed mi sexo” (Caballo de Troya, 2005), “Las tres balas de Boris Bardin” (Caballo de Troya, 2010), “Historia de una gárgola” (Seix Barral, 2012) y "El murmullo" (Pez de Plata, 2014), y es autor de otras tres obras juveniles. Fue redactor jefe de la revista Qué Leer entre 2008 y 2015, y ejerce ahora como subdirector del portal Librújula. Su firma ha aparecido también en medios como Diari Avui, Fotogramas, Go Mag, EnBarcelona, las secciones literarias del Anuari de Enciclopèdia Catalana…