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Lapsus 2016

El olor de la victoria

 

Vidal Romero

 

Extensión natural del programa de radio y el sello discográfico que comparten Albert Salinas (Wooky), Carles Guajardo (Bruna) y Albert Miralles (Lester), al Lapsus Festival le han bastado sólo dos ediciones para convertirse en una cita imprescindible dentro de una ciudad, Barcelona, en la que abundan los festivales de música electrónica. La clave de este éxito reside en su gusto por las músicas difíciles, esas que se cuecen en las catacumbas del asunto electrónico, y en su habilidad para mezclar, con un discurso coherente, todo tipo de géneros y estilos. La tercera edición, que se celebrará este sábado 2 de abril, es la más grande y ambiciosa hasta la fecha, y viene acompañada por el olor de la victoria: la confirmación de que (a veces) las cosas hechas con cariño y dedicación obtienen su recompensa.

 

“Las principales diferencias respecto al año pasado tienen que ver con los espacios y con la organización que esos nuevos espacios nos permite”. Desde las oficinas de Lapsus en Barcelona, Albert Salinas nos cuenta los detalles que rodean a la más festiva de sus criaturas. “A nivel de espacios seguimos utilizando el Teatre del CCCB”, prosigue Salinas, “pero hemos añadido el Hall y el Pati de les Dones, y esto nos permite dedicar cada uno de los escenarios a un tipo de música diferente”. De este modo, “el Teatre albergará las músicas más experimentales; las propuestas, digamos, más obtusas, desde el ambient de HKE hasta el footwork de Jlin. En el Hall estarán los artistas más enfocados al baile, aunque también habrá gente que reparta leña, como Powell o Ceephax Acid Crew. Y en el Pati de les Dones tendremos un espacio de descompresión, con zonas para comer y beber al aire libre, en el que habrá sesiones de DJ a lo largo de todo el día, comenzando con cosas más negroides y terminando por propuestas más cercanas al baile. Este espacio, además, estará abierto desde por la mañana; la idea es que la gente venga a echar el vermut y se quede todo el día con nosotros”.

 

 

Este crecimiento era previsible después del éxito inesperado del año pasado, en el que tuvieron que colgar un cartel de “sold out” a los pocos minutos de abrir las puertas. “Nos dimos cuenta de que mucha gente a la que le interesaba el festival, incluso periodistas de medios afines, tuvo que quedarse fuera debido a lo pequeño que era el aforo. Así que nos sentamos con la gente del CCCB para buscar soluciones y, aunque siempre es complicado, porque ampliar el aforo en doscientas personas en una institución como esta obliga a remover muchos espacios y poner patas arriba medio edificio, creo que hemos encontrado una solución muy interesante”. Una solución que, además, les permite diferenciarse aún más dentro del abigarrado panorama festivales dedicados a la música electrónica que hay en Barcelona. “Al final, cada festival es un reflejo de las personas que lo dirigen y lo programan”, reflexiona Salinas. “En nuestro caso, tiene mucho que ver con todo la dinámica que tiene el programa de radio, en el que escogemos las cosas que más nos gustan entre toda la música que nos llega cada semana. Los artistas para el festival los elegimos del mismo modo, buscando lo que más nos apetece entre las cosas que hayan aparecido durante la temporada e intentando encajarlo con nuestras posibilidades. Y aunque a veces hay problemas de exclusividades con otros festivales, en esta ocasión estoy muy contento porque hemos conseguido traer a todos los artistas que estaban en nuestra lista inicial”. Una lista en la que conviven el paisajismo sonoro de David Cordero con el techno abrasivo de Powell, el ambient delicado de Donnacha Costello con los chorretones ácidos de Ceephax Acid Crew, el R&B marciano de Lotic con la abstracción sonora de M.E.S.H. o la falta de prejuicios a la hora de pinchar que siempre demuestra el Soul Jazz Records Soundsystem.

 

 

De tan sabroso cartel, le pedimos a Salinas que escoja alguna propuesta que le haga particular ilusión, pero él prefiere darnos tres, “por lo menos una por cada escenario”, que de paso vuelven a demostrar la amplitud de miras de la cita. “Dentro del Teatre me quedo con HKE, un artista inglés que antes se hacía llamar Hong Kong Express y que en muy poco tiempo se ha convertido en una estrella emergente dentro del mundo del ambient más abstracto. Es además el director de Dream Catalogue, un sello que publica básicamente en casete y que tiene un catálogo impresionante, y presenta también un programa muy interesante en NTS Radio. La verdad es que me impresiona la gente como él, que con sólo veintidós años ya tiene veinte discos publicados, todos de mucho nivel, lo que demuestra que se toma muy en serio lo que hace y que será muy grande dentro de poco. En cuanto al Hall, me decanto por Pyrénées, uno de los productores jóvenes que más me interesan dentro de España, y que hace un house vitalista que me encanta desde la primera vez que lo escuche. Y de los artistas del Pati, confieso que tengo debilidad por el showcase de Downbeat, porque gracias a ellos he descubierto muchísima música, y creo que la sesión de cuatro horas que han preparado, en la que irán pasando por todos los géneros de la música negra, el dub y el reggae, será uno de los platos fuertes del festival”.

 

Vidal Romero

Como todos los antiguos, Vidal Romero empezó en esto haciendo fanzines (de papel) a mediados de los noventa. Desde entonces, su firma se ha podido ver en infinidad de revistas (Go Mag, Rockdelux, Ruta 66, Playground, aB, Era y Clone entre muchas otras) y algún que otro periódico (Diario de Sevilla, Diario de Cádiz). Es también uno de los autores del libro “Más allá del rock” (INAEM, 08) y ha trabajado como programador y productor para ciclos de conciertos y festivales como Arsónica, Territorios o Electrochock (US). Incluso le ha quedado tiempo para ayudar a levantar España ladrillo a ladrillo con lo que es su auténtica profesión: la arquitectura. Es uno de los mejores analistas de música electrónica de este país.

 

vidal@blisstopic.com