Coppermine
"I Miss Your Hat" tema por tema
Redacción
La cuenca minera de Riotinto, en la provincia de Huelva, es un paisaje distópico; un lugar en el que los ríos bajan manchados de óxido y las montañas están excavadas en terrazas que supuran metales verdosos y rojizos. Un lugar en el que estructuras arcanas y fuera de escala, más propias de una película de George Miller que de una industria contemporánea, se achatarran bajo un sol abrasador. Con base en Nerva, Coppermine conoce bien estas tierras áridas y de hombres duros, que son frontera –real e imaginaria– entre países distintos y entre diferentes maneras de vivir. Tierras que han sido cien veces ocupadas y cien veces abandonadas, que guardan entre sus grietas los sedimentos de todos los colonizadores que llegaron hasta sus riberas, siempre atraídos por la promesa de oro y de metales pesados.
La música de Coppermine contiene algo de toda esa mezcla y algo de toda esa tristeza. Montada en un principio como una válvula de escape, que utilizaba el cantante y guitarrista Víctor Ríos para dar forma a sus canciones, la banda fue durante mucho tiempo una quimera, apenas un par de músicos y un sencillo equipo de grabación. Una estructura que se ha ido ampliando durante los últimos tres años, hasta dar forma a un cuarteto de sonido agreste y musculoso, que juega a conjurar el espíritu de la americana, pero que lo hace trasladando esas imágenes tan propias del género, de cañones recortados por la erosión y pueblos carcomidos por la podredumbre, hacia su propia realidad.
“I miss your hat”, un sentido homenaje de Ríos hacia su padre desaparecido, tiene un par de referentes claros: Leonard Cohen y Johnny Cash, algo a lo que debe mucho el poderoso torrente vocal de nuestro hombre. Pero lejos de quedarse en la simple repetición de esquemas, la banda añade acentos y arreglos ajenos a ese libro de estilo. Guitarras que se enfangan en nubes de reverb, atmósferas que parecen recortadas entre el humo de mil cigarrillos, ritmos claustrofóbicos y un sorprendente deje racial, ayudan a componer un disco grabado a lo largo de varios años, en circunstancias y situaciones muy diferentes, pero que al final termina por destilar una gran verdad: que la frontera es antes un estado mental que una cuestión de territorio. Incluso si el territorio es un enemigo hostil. "El título del disco es un homenaje al sombrero como símbolo además de ser el título de una de las primeras canciones compuestas, que curiosamente no aparece en este primer disco, donde Felix Copperman mantiene una conversación ficticia con su padre".
IT'S TIME TO RECAP
El tema que abre el disco es una declaración de cambio personal y de recapitulación. Es quizá una reflexión para abandonar la zona de confort. El principio de una etapa, que la convierte en la mejor opción para abrir un disco nuevo de un proyecto musical nuevo. Un tema sencillo en estructura pero contundente, donde las melodías de voz y guitarra mantienen un dialogo de entendimiento sutil y respetuoso que lo hacen caminar con naturalidad y elegancia. Quizás sea la canción más pop del disco.
BAD GAME
Es un medio tiempo que podría haber sido escrita en Monument Valley pero que se hizo muy cerca de las minas de RioTinto. Es el corte más clásico del disco en lo musical y el preferido para los oídos del técnico que masterizó el disco (The Scope Mastering). Es uno de esos temas que demuestra que menos es más cuando todo está en su sitio de una manera muy sutil.
MAGIC CHANGE
Un grito de rebeldía e incluso una advertencia a los poderosos con aire sureño. El tema ha evolucionado con la banda existiendo incluso una primera versión grabada que nada tiene que ver con la incluida en el disco. Ya en este tercer tema empieza a aparecer un sonido más reivindicativo y sucio con detalles de producción más divertidos y coloristas.
YOUR DIRTY MONEY
Las guitarras de Óscar hacen de este tema el más cercano a bandas como The Long Ryders. Uno de los cortes más eléctricos del disco. No por el tempo pero si por la acritud de la estructura. Simple y directa.
WE DO WHAT WE DO
Ha sido considerado uno de los temas más originales y redondos de la banda. Contenido y calmado aporta seguridad a un discurso reivindicativo y amenazador. De una manera muy sutil es el único tema del disco con armónicas que se fusionan con arreglos de guitarra creando una atmosfera envolvente. La guitarra eléctrica es protagonista con el riff leitmotiv de la canción.
YOU CAN KNOW SINCE TODAY
Es el tema más profundo y natural del disco, y el primero de este proyecto musical. Grabado con complicidad y desnudez en casa. Juan José Obes, amigo de la banda que ya colaboró en maquetas previas al disco, aporta unas bandurrias que rompen la austeridad de guitarra y voz. Para los amantes de las anécdotas, atención a las campanas que se cuelan a tono por azar al final desde la torre del pueblo durante la grabación.
SUMMER LOVE
Corte clásico sureño a modo de rodeo que narra distintas formas de amor, en distintas situaciones con tinte esperanzador. Dinamismo y frescura.
YOU TALK NONSTOP
La canción ha evolucionado despojándose de elementos y asentándose para quedarse en lo más esencial. Cocinada a fuego lento y grabada con la máxima sencillez y transparencia.
BRUNETTE
Cierra el disco a pecho descubierto. En la más absoluta intimidad, solo una guitarra, un micro y una voz se declaran sin ninguna pretensión. Minimalista, nada de técnicas ni botones…solo una necesidad expresiva de esas que acaban doliendo.

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